Bancos buscan dejar de enviar resúmenes en papel al domicilio del cliente

Asociaciones de bancos públicos y privados presentaron estos días una nota técnica al Banco Central en la que solicitan que cambie la normativa vigente para poder hacer llegar los extractos de la cuenta, automáticamente, por correo electrónico. Sólo quedarían exceptuados aquellos usuarios que pidieran expresamente recibir el resumen impreso a domicilio.

El año no viene tan fácil y el plan es, ahora, evitar perder los buenos márgenes de rentabilidad que se obtuvieron durante los últimos años. En ese esfuerzo, los bancos públicos y privados pensaron estos días una nueva medida que los ayudará a reducir sus costos: interrumpir para todos sus clientes el envío de resúmenes de cuenta que hacen periódicamente a los domicilios –por mes, en las tarjetas de crédito; o por trimestre, en las cajas de ahorro– y reemplazarlos por extractos digitalizados que empezarán a hacer llegar por correo electrónico. Para eso, las asociaciones del sector presentaron al Banco Central una nota técnica que solicita cambiar la actual normativa y disponer, automáticamente, el envío de toda la mensajería por mail. Con esto se evitarían un costo que, sólo por papelería, en las compañías estiman en los $ 500 millones anuales a nivel sistema.

La actual reglamentación de cuenta bancaria del Banco Central obliga a las entidades a “enviar al ‘cuentacorrentista’ en, como máximo, 8 días corridos después de finalizado cada mes, un extracto de la cuenta con el detalle de los débitos y créditos –cualquiera sea su concepto- y los saldos registrados en el período que comprende, pidiéndole su conformidad por escrito”. Para las cajas de ahorro, en cambio, el extracto debe ser girado como mínimo trimestralmente y dentro de los 10 días corridos desde la fecha de cierre establecida, “con el detalle de los débitos y créditos, por cualquier concepto, y los saldos registrados en el período que comprende”.

Los bancos quieren lograr que esta normativa sea modificada por el organismo oficial y que establezca a partir de ahora el envío automático de los resúmenes por correo electrónico, o la puesta a disposición del cliente en el home banking, con la sola excepción de aquellos casos en los que el usuario bancario formule expresamente la necesidad de recibirlo de manera impresa. Consultados ayer al respecto, desde el Central no respondieron a El Cronista.

Las asociaciones del sector defienden la propuesta con los argumentos de que “contribuye positivamente con el cuidado del medioambiente, porque reduciría la cantidad de uso de papel que se demanda en el esquema actual”, y de que está en línea con el espíritu de la ley 25.506 (de firma y documento digital). El mecanismo que pretenden implementar, dicen, es el mismo que utilizan hoy muchos organismos públicos, como la AFIP, la ANSeS, el Ministerio de Trabajo y la Superintendencia de Seguros de la Nación.

En muchas entidades esta medida ya empezó a ser implementada paulatinamente durante los últimos años, pero con el previo consentimiento de los clientes. Con promociones especiales y publicidad, la posibilidad de recibir el resumen por internet está hoy al alcance de casi todos los clientes. Pero se calcula, en estas mismas entidades, que el promedio de aceptación sobre esta alternativa varía apenas entre el 20% y el 40%. En el sector reconocen, incluso, que la novedad será difícil de llevar adelante de manera coercitiva en segmentos que están poco familiarizados con los medios electrónicos, como los jubilados.

En rigor, la iniciativa aparece hoy como uno de los primeros indicadores del nuevo contexto que deberán empezar a atravesar las entidades. El avance de la regulación y la intervención oficial de los últimos meses vinieron a soplarles una buena parte de las ganancias esperada para este ejercicio. El freno a los dividendos, el techo a las tasas de interés, el impedimento para dar préstamos en dólares y la supervisión que está prevista en la carta orgánica del Banco Central son algunas de las medidas que prometen carcomer los ingresos del sector hacia adelante.

Fuente: Cronista.com