PREVISIONAL
Según IDESA el segmento de las jubilaciones más altas acumula una pérdida del 33 por ciento
El poder adquisitivo del haber mínimo jubilatorio creció en la última década un 90 por ciento, mientras que el segmento de las jubilaciones más altas acumula una pérdida del 33 por ciento, según un informe del Instituto para el Desarrollo Social (IDESA).
La institución consideró que "es meritorio" que el gobierno cumpla con los dos ajustes anuales en los haberes previsionales que fija la ley de movilidad jubilatoria, aunque juzgó que el reciente anuncio de la suba de 16,82 por ciento que regirá a partir de setiembre "no estuvo exento de oportunismo electoral".
Además, advirtió que "faltaría que la información utilizada para aplicarla sea más transparente y que el anuncio del aumento no sea motivo de una liturgia cargada de fines electoralistas".
Para IDESA, "la cuestión más relevante es que se siguen desatendiendo las distorsiones producidas con anterioridad a la aplicación de la ley de movilidad". "Esto motoriza cientos de miles de juicio por reajuste de haberes que preanuncian una nueva crisis previsional", alertó.
El informe planteó que "fruto de un manejo altamente discrecional, diferentes grupos de jubilados tuvieron diferentes niveles de ajustes en sus haberes".
Así, proyectó -en base a datos de la Secretaría de Seguridad Social y el último aumento anunciado- que en los 10 años que transcurren entre diciembre del 2001 y diciembre del 2011 la variación de los haberes habrá sido la siguiente: *El haber mínimo habrá crecido desde $150 a $1.434 experimentando un aumento del 856 por ciento. *El haber medio habrá crecido desde $355 a $1.844, es decir, un aumento del 414 por ciento.
*Los haberes que en el año 2001 eran superiores a $ 1.000 habrán crecido apenas el 239 por ciento.
Al respecto, subrayó que los haberes superiores han recibido aumentos que son entre 3 a 4 veces inferiores a los aumentos del haber mínimo.
"Los grandes perjudicados son los jubilados que cobraban los haberes más altos antes de la crisis y los que se jubilaron a partir de esa fecha. Los primeros, porque fueron relegados de los aumentos de haberes con anterioridad a la ley de movilidad.
Los segundos, porque en el cálculo del haber inicial se considera el promedio de salarios de los últimos 10 años sin computar plenamente el intenso proceso inflacionario", evaluó.
Al respecto, IDESA opinó que "imponer quitas a un grupo de jubilados para beneficiar a otro (incluso a gente que no hizo aportes y accedió a una jubilación a través de una moratoria) es cuestionable desde el punto de vista de la equidad y extremadamente débil desde el punto de vista de la sustentabilidad jurídica".
"Prueba de ello es la acumulación de cientos de miles de juicios con resolución negativa contra la ANSES cuya efectivización se difiere a través de trabas administrativas", cObviamente, en algún momento no se podrán seguir dilatando los juicios. En esa instancia será tarde para revertir sus consecuencias", concluyó.