Según una encuesta, los jóvenes prefieren el celular en vez de la computadora
Hasta ahora, la PC era la gran muralla cibernética y ningún invento amenazaba su reinado. Sin embargo, las nuevas generaciones empiezan a ver en el celular al compañero ideal para la comunicación y el entretenimiento. Esta preferencia global se sostiene con dos encuestas locales, coincidentes en la prevalencia del uso de móviles por sobre computadoras entre los más jóvenes.
Una de ellas, realizada entre 895 argentinos de 10 a 24 años en todo el país, tenía como consigna ubicar por orden de prioridad a la TV, el teléfono móvil y la PC; ganó el celular. Las posiciones: el celular sacó un 40% del total, la TV un 34% y la computadora un 23%. El estudio "La Voz de la Nueva Generación" se realizó con el fin de verificar el impacto que tienen las tecnologías incipientes en el segmento juvenil. Fue llevado a cabo por la Universidad de Palermo y la consultora TNS Gallup.
Además, para comprender la amplitud de este fenómeno, 9 de cada 10 entrevistados afirmó haber enviado al menos un mensaje de texto; el 56% declaró utilizar el celular como mínimo 1 vez a la semana, mientras que 6 de cada 10 afirmó que logra "mantenerse al día" en cuanto al lanzamiento de nuevas tecnologías.
En la misma dirección, la primera encuesta de consumo cultural, elaborada por el programa Escuela y Medios del Ministerio de Educación de la Nación, corroboró que el celular prevalece sobre la PC. Así, el segundo medio con mayor presencia en la habitación de los adolescentes es el teléfono móvil, con el 40%, sólo aventajado en un 5% por la TV. La computadora quedó muy rezagada, con un 8%.
Ante la consulta "¿Qué medio lamentaría perder?", los jóvenes privilegiaron al móvil, con un 40%, y a la computadora le otorgaron un 25%. La televisión sumó el 75%. La encuesta abarcó el territorio nacional, contempló a todos los sectores sociales y participaron 3.600 adolescentes de 11 a 17 años.
Sobre las conclusiones del sondeo, Roxana Morduchowicz, directora del programa Escuela y Medios, explicó: "Queríamos saber cómo era la casa tecnológica de un adolescente. Y nos dimos cuenta de que esos hogares tienen más pantallas que libros".
"Llama la atención la velocidad de ascenso que consiguió el celular en un corto plazo. Las pantallas generaron nuevas formas de sociabilidad juvenil. Y el celular cumple con esas funciones: chatear, mandar mensajes, navegar, escuchar música, ingresar a las redes sociales. Esto lo hace sin diferenciación, porque atraviesa todos los sectores sociales. En cambio la computadora tiene mayor valoración donde hay conectividad", dijo Morduchowicz.
Esta tendencia se repite en muchos países y encuentra plena justificación en los jóvenes de 18 años y va disminuyendo cuando baja la escala de longevidad. De acuerdo a un relevamiento de la Queensland University of Technology (QUT) de Australia, el 22% de los australianos de entre 6 y 9 años ya tienen un celular propio. El porcentaje alcanza el 60 entre los de 10 a 14 años, mientras que trepa hasta el 84% entre los de 15 a 18.
Sobre el consumo que realizan los diferentes "tipos de usuarios", de acuerdo a la consultora Kantar WorldPanel Argentina, la disposición en el país es que, a medida que sube la escala de edad, también aumenta el consumo. Los niños de 7 a 13 años gastan aproximadamente 26 pesos por mes, los de 14 a 18 gastan 36, y los de 19 a 24 pasan la barrera de los 43. En vista del fanatismo que despiertan estos juguetes en la mayoría de los quinceañeros, algunos especialistas comienzan a hablar de adicción, al referirse al consumo intensivo que generan.
Una investigación académica, llevada adelante por dos prestigiosos claustros británicos como el Cranfield School of Management y la Northampton Business School, con el apoyo de la consultora AJM Associates, encontró que sobre 267 pupilos de 11 a 18 años, el 63% siente adicción por Internet, mientras que el 53% no puede despegarse de su móvil.
El estudio, llamado "Tecnoadictos: personas jóvenes con adicción a la tecnología", reveló que la mayor coincidencia en estos adolescentes es la de que no encuentran motivación para sostener una lectura por largos períodos.
Y si bien la balanza se inclina hacia el costado de los teléfonos personales, la cantidad de horas que se le dedican a la PC supera, por lógica, a las de un teléfono portátil. Aunque es cierto que la diferencia es más estrecha de lo que se podría suponer. Quizá porque los celulares sintetizan las necesidades adolescentes, al combinar navegación, portabilidad y comunicación. Algo que ni la más diminuta netbook puede cumplir. La batalla no tiene un triunfador, pero sí un claro favorito. (CLARÍN)