Advierten que el proteccionismo de EEUU amenaza la globalización
Las políticas proteccionistas de Estados Unidos bajo la presidencia de Joe Biden podrían afectar el sistema globalizado que llevó a una integración económica sin precedentes y ayudó a construir la hegemonía global de EEUU, según afirma la revista especializada The Economist.
Según ese medio, el sistema ya tenía dificultades cuando EE.UU. perdió interés en mantenerlo activamente tras la crisis financiera mundial de 2007-2009. No obstante, "el abandono del presidente Joe Biden de las reglas del libre mercado por una política industrial agresiva le ha asestado un nuevo golpe", señala el artículo, replicado por RTenespañol.
Para muchos en Washington, esta política industrial agresiva tiene su atractivo porque permitiría a Estados Unidos mantener una ventaja tecnológica sobre China, un país que durante mucho tiempo ha buscado la autosuficiencia en áreas vitales mediante la intervención estatal. También se espera que la intervención estatal ayude en áreas donde fracasó la empresa privada, como en la reindustrialización de la zona central del país, muy afectada por la deslocalización fabril derivada de la globalización.
No obstante, los daños que causará esta política podrían ser mayores que sus beneficios. "La consecuencia inmediata, sin embargo, ha sido desencadenar una peligrosa espiral de proteccionismo en todo el mundo", explica The Economist.
Crecimiento Dos ejemplos al respecto son la India y Corea del Sur, cuyos gobiernos comienzan a apoyar la construcción de plantas de semiconductores. Por su parte, Europa examina al detalle los acuerdos comerciales transfronterizos. Además, los países que disponen de las materias primas necesarias para fabricar baterías están considerando o ya están aplicando controles a la exportación. "Indonesia ha prohibido las exportaciones de níquel; Argentina, Bolivia y Chile pronto pueden colaborar, al estilo de la OPEP, en la producción de sus minas de litio", recuerda la publicación.
Por consiguiente, la política proteccionista, incluso si beneficia a la industria estadounidense, aumentará los costos de los productos, socavará la seguridad mundial, frenará el crecimiento económico y aumentará el costo de la transición verde.
Fuente: Diario BAE