Advierten que sólo una recuperación económica general traccionaría el empleo
Los empresarios advirtieron que la reactivación del mercado laboral en el sector industrial no alcanzará con un repunte en las fábricas sino que deberá ponerse en marcha toda la cadena económica para que las máquinas sin usar vuelvan a funcionar por encima del 80 por ciento. Las proyecciones dejaron de lado la reincorporación inmediata de operarios al sostener que el la producción manufacturera debería crecer por encima del 2% para empezar a crear empleo.
"Todo va a depender de realmente cómo empieza la reactivación económica porque en la medida en que ésto no suceda, es difícil que pueda haber una recuperación del empleo", afirmó el dirigente salteño e integrante del Comité Ejecutivo de la UIA, José Urtubey, en declaraciones a BAE Negocios.
La definición de uno de los referentes de las economías regionales es una generalización de las distintas ramas de la industria. El grueso de las empresas está al borde de cumplir con todas las herramientas antidespidos que ponen en marcha ante la reducción de las ventas. "Lo último que hacemos es desprendernos de los empleados que nos costó años de inversión en formación y confianza", admitió el dueño de una pyme textil.
Esa flexibilidad que utilizan para evitar despidos en las fábricas se convierte en rectitud para volver a emplear debido a la necesidad de continuidad en el plan fabril. Sucede que antes de sumar nuevos trabajadores, las empresas desactivan los planes de adelanto de vacaciones, suman horas extras e incluso completan los turnos de actividad.
"Es imposible pensar en la creación de nuevos empleos cuando oficialmente estamos cerca de los 100.000 puestos perdidos en tres año y en donde las proyecciones ya hablan de 120.000 para el cierre de año. Pero lo más grave es que la capacidad instalada esté en el 50% porque quiere decir que no habrá tampoco inversiones", admitió a este diario un ejecutivo de una empresa alimenticia.
De hecho, los industriales consideran que el decreto antidespido -integrado junto con el bono obligatorio de fin de año de $5.000- será "impracticable" ya que tendrá un efecto "nulo" en las fábricas. "La empresa que está en crisis avisa con tiempo que tomará acciones de reducción de personal. Lo habla con el sindicato y son los gremios los que saben que el sector está complicado y que no se trata de una acción caprichosa", aclaró el dueño de una fábrica del sector del plástico.
Las estimaciones para el 2019 son aún inciertas dentro de la UIA. Se sabe que las turbulencias económicas durante este año llevaron a reajustar en caída la actividad industrial. La magra base de comparación que dejará el 2018 hará que la actividad tenga un repunte. La cosecha récord que se espera, más un incentivo en el consumo por el año electoral podrá empujar en positivo a las fábricas.
Sin embargo, los datos de recuperación del empleo se proyectan para la próxima gestión de Gobierno porque hasta diciembre no se esperan novedades adentro de las fábricas. "Si todo se conjuga a favor, podemos pronosticar el cierre de la pérdida por goteo. Pero nada más", confesó uno de los ejecutivos consultados.
Fuente: Diario BAE