ECONOMÍA

Bancos ganaron más de $10.500 millones

El resultado de los bancos a noviembre pasado acumuló un incremento del 44 por ciento respecto al mismo período de 2009. Las ganancias las obtuvieron por el alza de comisiones, intereses al consumo y la suba de bonos.

Las utilidades de los bancos mostraron un incremento del 44 por ciento en los once primeros meses de 2010 respecto al mismo período del año anterior, llegando a 10.521 millones de pesos. Si bien la mayoría de los rubros productivos mostraron mejoras en sus balances, éstos tienen como base de comparación la crisis de 2009. Sin embargo, ése no es el caso de las ganancias de los bancos, que además de crecer por encima de los demás sectores, lo hacen aun habiendo avanzado un 66,5 por ciento en el año de crisis. Los datos sobre el sistema financiero surgen del informe mensual que confecciona el Banco Central.

La explicación de ese comportamiento es el divorcio que existe entre el sistema financiero y la actividad productiva. Los bancos no pierden cuando se cae el crédito a la producción porque no orientan su negocio hacia esa actividad. En cambio, obtienen los mayores márgenes en el cobro de comisiones y comprometen en gran medida sus activos en la financiación al consumo con tarjetas de crédito y los préstamos personales. Otra fuente muy relevante de sus ganancias es la valorización de los títulos públicos, que en 2010 en varios casos superó el 50 por ciento. Los banqueros agregan que también jugó a favor la caída en el nivel de incobrabilidad, por las mejores condiciones macroeconómicas.

Medido en términos del patrimonio neto, el resultado en el período enero-noviembre de 2010 fue de 23,9 por ciento, un crecimiento de 4,5 puntos porcentuales respecto al mismo período de 2009. Este indicador se puede asemejar a la tasa de ganancia, aunque de ella corresponde deducir la inflación, que reduce el capital de los bancos. “En 2009 los bancos obtuvieron fuertes ganancias, sobre todo por el rendimiento de los títulos públicos, que también operó muy en positivo para el Banco Central. En 2010 la rentabilidad terminará siendo de 4 o 5 por ciento en términos reales, que es mucho también”, indicó a Página/12 el economista Miguel Bein.

Un punto central para explicar la alta rentabilidad es el peso de los servicios que cobran los bancos, como las comisiones o el mantenimiento de la cuenta. En los primeros once meses de 2010 las entidades ganaron por este motivo casi tanto como por el cobro de intereses por los préstamos otorgados, en un contexto de crecimiento del crédito por el avance en el nivel de actividad económica. El resultado que registró el sistema financiero (que incluye a los bancos públicos) por el cobro de servicios llegó a 14.508 millones de pesos, un 3,3 por ciento del patrimonio neto. Respecto al mismo período de 2009, creció 23 por ciento.

En el resultado de 2010 también influyó fuertemente el desempeño de los bonos. La valorización en ese rubro fue de 12.393 millones de pesos hasta noviembre para el sistema financiero. Representa un 3,3 por ciento del patrimonio, el mayor valor de la serie (junto con 2009) desde la salida de la convertibilidad. A su vez, el financiamiento al sector privado creció un 34 por ciento interanual en forma acumulada y el cobro de intereses aumentó 22,7 por ciento, llegando a 16.064 millones de pesos, un 4,2 por ciento del patrimonio neto. En este rubro tienen mucha relevancia los créditos al consumo y los préstamos personales, por los cuales los bancos obtienen por encima del 30 por ciento en concepto de intereses.

Teniendo en cuenta sólo a los bancos privados, la rentabilidad fue de 6652 millones de pesos, 63,2 del total, cayendo su participación desde el 76,0 por ciento que ostentaban en 2009. Para los privados, el resultado por servicios fue del 4,8 del patrimonio, un valor muy superior al conjunto del sistema, ya que las entidades públicas suelen tener márgenes de comercialización más estrechos.

Los bancos mostraron en noviembre un nivel de liquidez (activos líquidos sobre depósitos) del 29,1 por ciento, un valor muy alto que tiene como correlato el bajo grado de profundidad financiera de la economía, ya que el nivel de crédito en relación al PIB es de sólo el 11 por ciento.

(Página 12)