ECONOMÍA
Bloquean las donaciones, la última ventana para comprar y girar dólares
Pocas son las excepciones para conseguir dólares a precio oficial. Menos aún, resulta del número de las formas sobrevivientes para girar divisas al exterior. El ahorro y los créditos hipotecarios quedaron en el camino y ya no son razón suficiente para ‘ablandar’ a los sabuesos (literal) de la AFIP y el BCRA. Incluso para hacerse de dólares a la cotización turista, hay que tener bancarizados los pesos que se van a utilizar en la transacción, una práctica totalmente lógica que recién ahora se puso en marcha.
Pero la avanzada pesificadora que llevó a cabo la AFIP –y que el BCRA reglamentó hace unos días– también dejó en el camino una práctica que, en numerosos casos, resultaba de dudosa factura: las donaciones. Bajo esta figura, cientos de personas y empresas accedían al mercado libre de cambios para comprar los dólares a precio oficial.
La normativa que regía esta práctica (hasta la reglamentación pesificadora del Central) era la Comunicación A 5236, que permitía el libre acceso al mercado de cambios para comprar hasta u$s 2 millones mensuales. Bajo este paraguas, muchas empresas (y otras formas societarias) utilizaron las ‘donaciones‘ para dolarizarse y, en numerosas ocasiones, girar dinero al exterior y hasta pagar sus dividendos en dólares.
“Era parte de lo que era formación de activos externos sin destino especifico, podías sacar hasta dos millones de dólares y hacías lo que querías con eso, podías donar lo que querías a quien querías”, señala un alto ejecutivo de una consultora de renombre. Según la fuente, el único requisito era patrimonial y de capacidad de compra, un escollo menor cuando se trata de una empresa que pretende girar divisas al exterior o de un fondo de inversión que busca realizar adquisición de bonos del Tesoro de EE.UU o Alemania. En rigor, una de las operaciones más utilizadas bajo el paraguas de las donaciones era la “subvención”, que consiste en la entrega de una cantidad de dinero a un particular, sin obligación de reembolsarlo, para que realice cierta actividad que se considera de interés para quien la lleva a cabo. Estas subvenciones eran, muchas veces, giros de dinero al exterior que servían para capitalizar empresas subsidiarias o directamente para “atesorar” recursos fuera del país.
Nuevo planteo
Con la flamante normativa del BCRA, son muy pocos los casos en los que no hay que pedir la validación de la AFIP para adquirir divisas: en transferencias al exterior que correspondan al pago de los consumos realizados con el uso de tarjetas de crédito y por retiros efectuados de cajeros de otros países con débito a cuentas locales y en las ventas a operadores de turismo y viajes registrados como tales ante la AFIP. Sin embargo, en el caso de las donaciones el régimen es, ahora, mucho más estricto. La Comunicación A 5318 señala que “se autoriza el acceso al mercado de cambios sin la conformidad previa para la compra de divisas para realizar donaciones en casos de desastres naturales, urgencias sanitarias u otras situaciones de carácter humanitario de conocimiento público. Estas donaciones pueden ser recibidas únicamente por organismos y entidades gubernamentales, u otras entidades con presencia en el país y reconocidas internacionalmente por sus obras benéficas”.
En el caso de algunos particulares, las donaciones eran utilizadas para girar dinero a sus familiares. Con la nueva normativa, esta figura es reemplazada por la de “ayuda familiar”: los que no estén bancarizados, y quieran girar divisas al exterior pueden recurrir al BCRA o una casa cambiaria y explicar que necesita dólares para “ayuda familiar”. Allí deben firmar una declaración jurada y las entidades le exigirán la documentación donde acredite los datos de la persona que recibirá el dinero aunque sólo montos chicos.
Fuente: El Cronista