Boudou: "Es una locura comparar el uso obligatorio de tarjetas de débito en comercios con un corralito bancario"

El ministro de Economía Amado Boudou tildó de "incomprensibles hoy los cuestionamientos de las entidades empresarias que resisten la intención del gobierno de que sea obligatorio el uso de tarjetas de débito en los comercios, y definió como una "locura" comparar esta medida con el ’corralito’ bancario impuesto a fines de 2001.

Para Boudou, en esta cuestión se escuchan "algunas cuestiones medio incomprensibles" porque "vos no podes, como cámara empresaria, por un lado estar a favor de que haya un mayor blanqueo de la economía, y al mismo tiempo estar en contra de las medidas que van en este sentido".

Asimismo, calificó de "locura" comparar esta medida con el ’corralito’ impuesto a fines de 2001.

"Eso del corralito es una locura, porque en el corralito no se podía usar el dinero; acá se está tratando distintas formas de usar los propios fondos", argumentó.

En diálogo con radio Mitre, Boudou también justificó las medidas de control a tarjetas de crédito y los cheques viajeros adoptados por la Unidad de Información Financiera (UIF). "En el uso de los gastos hay mucha hipocresía porque hay muchos que se hacen por fuera de la economía formal. Todas las medidas que se tomen en este sentido, han servido a nuestro país para reducir la economía informal".

El titular del Palacio de Hacienda, aseguró que la iniciativa apunta no solo a la mejora fiscal, sino también a "ir en contra de todo aquello que signifique lavado de dinero", y enfatizó que el país "está fuertemente comprometido con ese tema.

El ministro insistió con que tanto esta medida, como el "sacar dinero de la calle en términos físicos" tienen por objetivo que "haya menos economía informal". Para Boudou la restricción en el uso de efectivo también busca "mejorar la seguridad".

"Que haya muchas transacciones sin efectivo hace que haya menos robos vinculados al uso de efectivo en la calles, o las salideras (bancarias", analizó.

Boudou subrayó que "en nuestro país se usa más dinero físico que en cualquier otra economía", lo cual admitió, está relacionado "con la existencia de una amplia economía formal".

"Si uno quiere que las cosas mejoren, va a haber que utilizar restricciones de este tipo. Si uno quiere que la seguridad del ciudadano en temas vinculados al sistema financiero mejore, los bancos van a tener que tener que poner más restricciones como el tema del celular, y vamos a tener que poner más restricciones para el uso de efectivo", planteó.

En otro orden, el ministro reiteró que es necesario no apurarse en la negociación de la deuda con el Club de París para evitar cerrar un mal acuerdo para el país, y afirmó que se está "diseñando un plan de pagos que le permita seguir creciendo a Argentina". "En enero estamos cerrando la discusión de cuál va a ser el monto, todavía no está definido en un cien por ciento, hay una discusión con los intereses punitorios", precisó.

Por otra parte, remarcó que el objetivo central de este año en materia económica es que "siga habiendo un crecimiento del empleo formal", porque "no tiene sentido crecer sino se crean trabajos", para lo cual se continuará "fortaleciendo la inversión".

"Los objetivos macroeconómicos los tenemos consolidados. Va a ser un año con superávit fiscal. No va a haber problemas con el dólar, no vamos a tener problemas con la balanza comercial, y vamos a seguir acumulando reservas en el Banco Central", concluyó.