Caen 20% los permisos de construcción en la Capital

Después de cinco años de fuerte crecimiento, la construcción parece haber entrado en un nuevo ciclo. Durante 2008 se registraron pedidos de construcción por casi 2,5 millones de metros cuadrados, con una baja del 20,3% respecto del año anterior, lo que anticipa una marcada desaceleración de la actividad para este año.

Los datos corresponden a un informe de la consultora Reporte Inmobiliario, elaborado sobre la base de los datos aportados por el gobierno porteño. La evolución de los permisos de construcción es un indicador muy utilizado en la industria para anticipar la evolución del mercado, ya que la obligatoriedad del trámite y su carácter oneroso lo convierten en la expresión de una intención cierta de inversión, que trasciende la idea del proyecto.

Las buenas noticias son que la baja de 2008 igualmente fue inferior a la esperada, ya que el primer semestre del año pasado había cerrado con una caída interanual del 27%, y que algunos barrios de la ciudad, como La Boca o Barracas, cerraron el año duplicando y hasta triplicando el número de permisos de construcción pedidos.

A la hora de explicar el cambio de tendencia, en el sector reconocen que no se puede hablar de una única razón, sino de una conjunción de factores, entre los que sobresalen el conflicto con el campo, la estatización de las AFJP y, en especial, la crisis financiera internacional, que tuvo un impacto en el mercado inmobiliario de todo el mundo.

Aunque sea en forma muy parcial, esta lista de factores negativos se podría ver compensada en el mediano plazo por una desaceleración en el ritmo de incremento de los costos de la construcción, que hasta la primera mitad de 2008 era la principal fuente de desvelo de las desarrolladoras.

Sin embargo, por el momento, las malas perspectivas parecen pesar más que la baja de los costos en dólares que se proyecta para 2009. "La desaceleración del incremento de los costos de construcción que comenzó a darse promediando el año pasado aún no parece obrar como el incentivo necesario que permita reemplazar las dudas acerca del nivel de demanda", reconoció José Rozados, director de Reporte Inmobiliario.

A pesar de la caída de la actividad, los empresarios del rubro sostienen que las perspectivas en el mediano y largo plazo para la construcción continúan siendo positivas. "A diferencia de lo que ocurre en la mayoría de las plazas del Primer Mundo, que están sobreofertadas, en Buenos Aires el déficit de viviendas y oficinas continúa siendo muy alto, por lo que estamos convencidos de que la demanda volverá una vez que cambien las expectativas", señaló Alberto Fernández Prieto, presidente de la desarrolladora homónima.

Por su parte, su colega Raúl Sáenz Valiente, de la empresa Creaurban y vicepresidente de la Cámara Empresaria de Desarrolladores Urbanos de la República Argentina, destaca que en el caso específico de la ciudad de Buenos Aires el mercado inmobiliario, en realidad, está tocando su techo natural de crecimiento.

"A partir de 2003, el negocio inmobiliario vivió un crecimiento inédito y se fueron ocupando todos los terrenos ociosos que había en la ciudad, con lo cual es lógico que en algún momento se toque el techo para la actividad", explicó el ejecutivo.

Arriba los de abajo

El freno en la actividad no afectó a toda la ciudad por igual. En este sentido, los barrios del sur de la Capital Federal, que históricamente habían sido los más postergados, fueron los que más interés despertaron entre los desarrolladores inmobiliarios y, a contramano de los números de toda la ciudad, registraron importantes subas interanuales.

Otro barrio que continúa siendo muy atractivo para los inversores es Palermo, que concentró el 10% de los permisos de construcción solicitados en toda la Capital en 2008 y terminó el año con una suba interanual del 16,8%. En cambio, zonas que hasta 2007 habían sido de las más buscadas, como Caballito, Villa Urquiza, Belgrano o Núñez, cerraron el año pasado con caídas superiores al 30%.

Un caso particular es el de Puerto Madero, que también tuvo un muy buen 2008 (con una suba interanual del 165% en la superficie aprobada para la construcción de viviendas), pero, de ahora en adelante, su margen para seguir creciendo es bastante limitado, básicamente porque ya no tiene más terreno libre.

Fuente: La Nacion