Cambio en el cálculo de retenciones encarece 12% ventas externas de 0 km
El año no comenzó con buenas noticias para el sector automotor. Con los cambios introducidos en la forma de calcular las retenciones a las exportaciones, las terminales locales ya prevén una reducción de las estimaciones de ventas al exterior y, por consiguiente, a la producción.
Esto se debe a que el Gobierno decidió pasar de un esquema de un monto fijo en pesos, para establecer el nivel de impuesto, a uno de porcentaje, lo que provocó una encarecimiento de 12% en el valor de los vehículos que se exporten este año. En el orden de ese porcentaje, podría ser la reducción de las exportaciones que se espera para 2021.
Hasta fin de año, el recargo para cada 0 km exportado era de $3,36 por cada dólar exportado. A un dólar de $85 implica alrededor de un 4%. Ahora, el recargo es de 4,5%. “Este cambio obliga a reformular los programas de exportaciones y producción para 2021. Alguna caída en las ventas externas vamos a tener. Estamos haciendo los cálculos”, explicaron desde una terminal.
La nueva medida viene a golpear a una industria con serios problemas de competitividad que hace que sea cada vez más difícil vender vehículos al exterior, más allá de significar un nuevo cambio en la reglas de juego. De hecho, en el sector remarcan que por cada 0 km que se exporta, alrededor del 15% son impuestos que no se recuperan. Con países de la región con industria automotriz, como Brasil o México, el contraste es marcado ya que los vehículos que exportan no tienen esa mochila fiscal.
El problema se agrava ya que las retenciones castiga a las empresas que tienen mayor integración de piezas nacionales debido a que el impuesto se calcula sobre las autopartes locales. Las piezas importadas ingresan bajo un régimen de admisión temporaria por lo que no se puede aplicar retención. Distinto es con los insumos nacionales. De esta manera se da la paradoja de que la terminal que más invirtió para generar producción local de piezas es la más afectada por la medida. “Es insólito. El Gobierno pide que se nacionalicen piezas, que se invierta para tener más contenido local pero a la hora de exportar hace que los que cumplieron paguen más retenciones” se quejaron en una automotriz. También el aumento de los Impuestos Internos de productos electrónicos de Tierra del Fuego, muchos que se utilizan en la producción automotriz, golpea a las empresas.
Este giro echa por tierra las perspectivas que tenían las automotrices, un par de meses atrás, sobre la actividad del sector. Según el estudio de la consultora ABECEB, que publicó Ámbito en octubre pasado, se proyectaba para 2021 la fabricación de 0 km podría llegar 360.000 unidades contra las 257.000 regsistradas en 2020 y las 336.000 del 2019. Esto implicaría un crecimiento de más de 35% de las ventas externas. El trabajo planteaba otros dos escenarios menos optimistas. Uno, con un volumen de producción de 335.000 vehículos y otro de 300.000. Lo que queda claro es que en las tres proyecciones, se esperaba un aumento de la fabricación de vehículos por arriba de este año.
En cuanto a las exportaciones, los tres escenarios que desarrolló el estudio, de menor a mayor, eran los siguientes: 200.000 unidades, 226.000 y 240.000. Este año terminó en 137.000 vehículos, condicionadas por la parálisis de la actividad como consecuencia de la cuarentena en la Argentina y las restricciones en Brasil y el resto de los mercados. Para lograr ese objetivo, será crucial el abastecimiento de piezas que, en su mayoría, son importadas.
Hasta fin de año, el recargo para cada 0 km exportado era de $3,36 por cada dólar exportado. A un dólar de $85 implica alrededor de un 4%. Ahora, el recargo es de 4,5%. “Este cambio obliga a reformular los programas de exportaciones y producción para 2021. Alguna caída en las ventas externas vamos a tener. Estamos haciendo los cálculos”, explicaron desde una terminal.
La nueva medida viene a golpear a una industria con serios problemas de competitividad que hace que sea cada vez más difícil vender vehículos al exterior, más allá de significar un nuevo cambio en la reglas de juego. De hecho, en el sector remarcan que por cada 0 km que se exporta, alrededor del 15% son impuestos que no se recuperan. Con países de la región con industria automotriz, como Brasil o México, el contraste es marcado ya que los vehículos que exportan no tienen esa mochila fiscal.
El problema se agrava ya que las retenciones castiga a las empresas que tienen mayor integración de piezas nacionales debido a que el impuesto se calcula sobre las autopartes locales. Las piezas importadas ingresan bajo un régimen de admisión temporaria por lo que no se puede aplicar retención. Distinto es con los insumos nacionales. De esta manera se da la paradoja de que la terminal que más invirtió para generar producción local de piezas es la más afectada por la medida. “Es insólito. El Gobierno pide que se nacionalicen piezas, que se invierta para tener más contenido local pero a la hora de exportar hace que los que cumplieron paguen más retenciones” se quejaron en una automotriz. También el aumento de los Impuestos Internos de productos electrónicos de Tierra del Fuego, muchos que se utilizan en la producción automotriz, golpea a las empresas.
Este giro echa por tierra las perspectivas que tenían las automotrices, un par de meses atrás, sobre la actividad del sector. Según el estudio de la consultora ABECEB, que publicó Ámbito en octubre pasado, se proyectaba para 2021 la fabricación de 0 km podría llegar 360.000 unidades contra las 257.000 regsistradas en 2020 y las 336.000 del 2019. Esto implicaría un crecimiento de más de 35% de las ventas externas. El trabajo planteaba otros dos escenarios menos optimistas. Uno, con un volumen de producción de 335.000 vehículos y otro de 300.000. Lo que queda claro es que en las tres proyecciones, se esperaba un aumento de la fabricación de vehículos por arriba de este año.
En cuanto a las exportaciones, los tres escenarios que desarrolló el estudio, de menor a mayor, eran los siguientes: 200.000 unidades, 226.000 y 240.000. Este año terminó en 137.000 vehículos, condicionadas por la parálisis de la actividad como consecuencia de la cuarentena en la Argentina y las restricciones en Brasil y el resto de los mercados. Para lograr ese objetivo, será crucial el abastecimiento de piezas que, en su mayoría, son importadas.
Por Horacio Alonso
Fuente: Ámbito.com