Carlos Heller: "Hay condiciones para recuperarse"
El presidente del Banco Credicoop y del Partido Solidario, Carlos Heller, no oculta su simpatía por el Gobierno. Dijo que lo peor de la inestabilidad financiera ya pasó, y que la economía volverá a crecer con el mismo vigor que antes.
¿Volvió la normalidad al sector financiero?
La normalización será paulatina. Pronto veremos un ingreso significativo de divisas por las exportaciones del campo. Si el Banco Central compra, habrá emisión de pesos y más liquidez. Eso ayudará a que las tasas de interés bajen. Eso es importante porque hace al costo del crédito. Desde el punto de vista financiero, hoy hay una situación de alza de costos en las dos puntas: suba de tasas para depositantes y suba a los tomadores de crédito.
¿El enfriamiento económico se profundizará?
Desde el punto de vista objetivo no hubo cambios en la macro. Volveremos al ritmo de crecimiento anterior al conflicto con el campo. La demanda externa de alimentos sigue tan intensa como en marzo. Las condiciones para recuperarse están dadas.
¿Cómo se debe atacar la inflación?
Primero hay que tener un acuerdo sobre el diagnóstico de las causas. Yo digo que la inflación es a la economía lo que la fiebre a las personas. Esta inflación es consecuencia de la puja distributiva. En los últimos años, el consumo fue mayor que el crecimiento y por lo tanto se generó un problema de demanda insatisfecha. Se puede resolver ampliando la oferta o achicando la demanda.
¿Cuál es la alternativa viable?
En la Argentina, las empresas en general son muy concentradas; los precios los forman entre 200 y 300 grandes compañías. Si no tienen regulaciones que delimiten su margen y hay una oferta insatisfecha, suben los precios. No podemos echarle la culpa de los precios al INDEC porque sería echarle la culpa al termómetro por la fiebre. Eso no quiere decir que no haya que tener un buen termómetro porque no se podrá aplicar la medicina adecuada.
Entonces, ¿cómo se cura la fiebre?
Desde la actividad financiera, al no existir regulaciones los bancos privilegian el financiamiento al consumo, que resulta más rentable que prestarles a las pymes. Creció mucho más la cartera de consumo de los privados que la de las empresas. Es más rentable prestar para la compra de un plasma que para la de un torno. El crédito es una forma de adelantar consumo, pero si hubiera una mayor regulación sobre qué porción de los préstamos tienen que ir al consumo, se podría actuar sobre el exceso de demanda. Otra opción es que el Estado, en representación de los intereses del conjunto, controle y verifique la formación de precios, y analice si no hay rentabilidades extraordinarias que deberían ser evitadas. Hay que intervenir en el análisis de la formación de precios, pero no de los kioscos y de los pequeños talleres, sino en los grandes conglomerados del complejo industrial y de servicios.
¿Continúa la fuga de depósitos?
Esa tendencia se revirtió en los últimos quince días. Y creo que la tendencia es general.
De todos modos la crisis favoreció la bicicleta financiera.
Eso tiene que cortarse con la baja de las tasas. Las tasas de futuro que ofrece el Central tienen una evolución anualizada del tipo de cambio de 7,5 a 8 por ciento. Es lo que rinde un contrato a once meses de plazo. Si toma ese seguro de cambio y coloca el dinero en un plazo fijo, que rinde más, el diferencial es ganancia pura, sin riesgo alguno. Una bicicleta fantástica. Tenemos que achicar la brecha entre la tasa de interés y la expectativa de evolución del tipo de cambio. Cuando se normalice la situación y se liquiden las divisas por exportaciones, el Banco Central estará ante dos alternativas: o no hace nada y las divisas hacen bajar el precio del dólar a $2,80 o aprovecha la liquidez para recomprar dólares y mantener un tipo de cambio competitivo.
¿Qué valor del dólar es competitivo?
La Argentina tiene un tipo de cambio real, multilateral, porque vendemos en el área del yen, el real y el euro. Y el dólar se devaluó frente a todas esas monedas. Por lo tanto, al tomar todas esas paridades el nivel sigue siendo razonablemente competitivo, aunque la UIA se queje. Sin embargo, hay que advertirle al Central que, cuando bajó el dólar, los precios no se abarataron. Pero si la cotización pegara un salto, los precios subirían y habría un impacto inflacionario.
¿Hay crédito para las pequeñas y medianas empresas?
Hoy sólo un tercio de las pymes usan crédito. No sé si será porque no acceden o porque no lo quieren, pero en la comparación internacional en los países desarrollados el crédito al sector privado es de 123% del PBI, mientras que en la Argentina apenas supera el 11 por ciento. Hay una fuerte ausencia del crédito para la inversión.
¿Cómo se pueden engrosar los recursos?
Con políticas activas, gravando a sectores exentos. Así como se hizo con la renta del agro, podría hacerse con la renta del sector minero, que desde 2005 casi duplicó el precio promedio de sus exportaciones.
“Ruidos de inestabilidad”
¿Coincide con el Gobierno en que hay un clima golpista?
En los golpes anteriores nadie se proclamó golpista antes de serlo. Se han oído cosas bastante graves que pusieron en tela de juicio la capacidad para gobernar de nuestras autoridades, o incluso la cordura para ejercitar los actos de Gobierno. Hay un ruido de inestabilidad. Tal vez sea difícil identificar los sectores, pero no tengo duda de que existe esa sensación. Pero no veo condiciones objetivas para que prospere ese clima. En primer término, hay una situación macroeconómica que lo hace difícil. Y además, en la Argentina no hay instalada una situación de violencia que haya llegado a esos puntos. El Gobierno ha tenido una enorme mesura para utilizar la fuerza. (CRÍTICA DIGITAL)