ECONOMÍA
Cheques rechazados tocan niveles que no se veían desde la crisis de 2002
Hay que remontarse hasta la crisis del 2002 para encontrar un año con mayor porcentaje de cheques rechazados que en los nueve primeros meses del 2012. En ese lapso, el cociente se disparó a un récord del 2,1% del total compensado. Si se toma el promedio mensual de este año, el monto de cheques rechazados sumó $ 2.042 millones, contra los $ 98.281 millones que fueron compensados.
“Se observa una significativa desaceleración de los montos compensados vía cheque, que ahora crecen al 10% interanual, cuando el año pasado lo hacían al 35%”, indica un informe de coyuntura del Ieral, de la Fundación Mediterránea, firmado por Joaquín Berro Madero.
“Detrás de esta merma se esconde una caída en el nivel de actividad y un posible aumento de la informalidad en las transacciones”, agregan.
En las empresas de cobranzas observan que la cadena de pagos se está estirando desde los 30 hasta los 45 días, ya que las compañías están sintiendo el impacto del aumento de costos, que no pueden trasladar a los precios, con lo cual sufren una baja en la rentabilidad. Esto trae un mayor nivel de morosidad. En consecuencia, los bancos se muestran más cautelosos a la hora de otorgar créditos, aunque les sobre liquidez. Pero no es cuestión de desperdiciarla.
Si bien los banqueros reconocen que el porcentaje de mora en el crédito se encuentra todavía en niveles mínimos históricos, el salto de la barrera del 2% los obligaría a subir las tasas de interés de los préstamos más riesgosos que no tienen garantía, como es el caso concreto de los personales.
“Ya con la morosidad a niveles del 2%, muchos de nosotros vamos a tener que salir a endurecer algunas líneas. Porque cuando el salto es muy brusco el área de riesgo crediticio se asusta”, revela el gerente de activos de un banco.
De hecho, la primera reacción de las entidades financieras fue reasignar más recursos humanos al sector de cobranzas, y delegar más tareas en las empresas del sector. La estrategia que están haciendo consiste en atacar a su base de clientes más cerca del vencimiento de los pagos.
Te estamos llamando...
Mientras antes esperaban que se cumpliera un mes de mora, hoy los llamados comienzan a las dos semanas.
Al mes mandan una carta al cliente con una notificación fehaciente para que la persona no pueda argumentar que no fue avisada.
“El problema que tienen los bancos es que son multiproducto; entonces, deben fijarse si uno pagó la tarjeta, si cubrió la cuenta corriente, el seguro del auto y de la casa”, comentan en el sector.
En cambio, las compañías de telecomunicaciones son un ejemplo a seguir en este aspecto. Basta con que el usuario se demore unos días en pagar la cuenta para que lo llamen para avisarle. Caso contrario, le advierten que sólo podrá recibir llamadas entrantes, pero no hacer salientes. Y sigue la seguidilla, que se pone en alerta roja a partir del día 30, cuando se considera legalmente mora. “El factor clave a mirar es la evolución del empleo, porque cuando se caiga se caerá toda la cadena de pagos. Hay que tener en cuenta que el 50% de los nuevos puestos laborales fueron absorvidos por el Estado. Habrá que ver qué pasa a partir de abril del año que viene, que es cuando comenzarán a sentirse las mayores incertidumbres”, alertan en el mercado financiero.
Fuente: El Cronista