ECONOMÍA

China vuelve a la carga por antidumping y en el Gobierno apuestan al diálogo

Cuando la polémica diplomática con China parecía diluirse, una voz llegada desde el gigante asiático reavivó la disputa.

Todo comenzó cuando una funcionaria declaró que la imposición de cláusulas antidumping por parte de la Argentina podría afectar el interés de los empresarios chinos en futuros negocios en nuestros país. Una vez más, desde el Palacio San Martín eligieron bajar el tono al conflicto y apostaron por el diálogo.

Funcionarios de la Cancillería señalaron que estuvieron en contacto con las autoridades chinas y recibieron inquietudes sobre el comercio bilateral. También explicaron que se mantienen las negociaciones para establecer un acuerdo que permita intercambiar información sobre los precios de exportación de los productos asiáticos como forma de agilizar el comercio y las investigaciones por dumping.

En el marco de las reuniones de funcionarios, el director de Negociaciones Comerciales del Palacio San Martín, Néstor Stancanelli, tiene previsto viajar esta semana para buscar soluciones a las controversias bilaterales. Las declaraciones están vinculadas a lo señalado por una funcionaria de segundo grado del gobierno de China, la subdirectora general para América Latina y Oceanía Xu Yingzghen, quien durante el fin de semana indicó desde Shanghai: “Si la Argentina no muestra voluntad de recuperar sus prácticas anómalas con respecto a la introducción de medidas arancelarias contra nuestros productos, con toda probabilidad le estará causando daño al ulterior desarrollo de las relaciones económicas, porque se perjudicará el entusiasmo de las empresas chinas para cooperar y para invertir”.

Pero la funcionaria también reconoció que la relación con la Argentina es “muy importante” y estimó que el aceite de soja volverá a ingresar al mercado chino cuando se alcancen las normas de calidad que el país requiere. Para la Cancillería, ese tema todavía se está negociando, ya que entienden que la normativa china impone un estándar innecesario para un producto que no es para consumo humano, sino que debe ir a refinación.

Fuentes del sector indicaron, en ese marco, que el problema es que los compradores asiáticos no realizan la refinación necesaria.

En el juego de dimes y diretes, la evaluación de la funcionaria china llegó en el transcurso de la jornada en la que se inauguró el pabellón argentino en la ExpoShanghai, de la que participaron funcionarios locales como el subsecretario de Comercio Internacional, Luis Maria Kreckler; el embajador argentino en China, César Mayoral, y el comisario general ante la exposición, Martín García Moritán.

Pese al tono más alto de las declaraciones de Xu, en el Gobierno aseguraron que “el diálogo es permanente” y reiteraron que las medidas adoptadas por la Argentina apuntan a “evitar la competencia desleal”.

Por su parte, desde el Gobierno se insiste con que las cuotas que tienen restricciones para ingresar por licencias no automáticas representan un porcentaje insignificante respecto de los volúmenes que se negocian.

De acuerdo con la información oficial, sólo un 5,6% de los productos importados está afectado por las cláusulas antidumping que impuso el Gobierno tras implementar las diecinueve denuncias que se impusieron a los productos de ese país desde 2008.

En esa línea, los funcionarios explicaron que esos productos que tienen algunas trabas representan sólo u$s271 millones de los u$s4.823 millones que se importaron en concepto de manufacturas de origen industrial (MOI).

Sin embargo, los funcionarios insisten que las relaciones con China no son un tema menor para nuestro país. Se trata del segundo socio comercial de la Argentina, detrás de Brasil. En 2008, el intercambio fue de casi 14.000 millones de dólares.

(EL ARGENTINO)