DERECHO DE FAMILIA
¿Cómo consultar a un abogado?
La doctora Mirta Núñez -abogada y psicóloga social- explica la forma en que deberían comportarse las personas en el momento de consultar a un abogado.
Solicite una consulta a un abogado que le haya recomendado alguna persona de su confianza o cuyo sitio web tenga información concreta sobre el mismo: cómo se llama, dónde atiende, cuántos años de experiencia profesional tiene, en qué se especializa y por qué vías puede comunicarse con él, entre otras cosas.
Especifique el tema de la consulta desde el inicio: exprese claramente qué tipo de ayuda espera recibir del profesional.
Aclare si ya hay abogados interviniendo en el tema por el que consulta en ese caso, dé su nombre y apellido y la razón por la cual realiza la interconsulta.
Narre sólo los hechos que pueden ser relevantes para el abogado para entender su problema y operar desde lo juridico. Recuerde que un abogado no es psicólogo. Si no tiene interés esclarecer sus derechos y obligaciones o en iniciar alguna acción legal y sólo necesita ser escuchado, no vaya a un abogado. Vaya a un psicólogo y no espere que éste resuelva toda la problemática de su vida en una sesión.
Permita que el abogado le pregunte cosas puntuales y sea lo más concreto posible en sus respuestas.
Lleve a la entrevista todo tipo de documentación que pueda tener que ver con el motivo de consulta. Luego el abogado decidirá cuál le resulta significativa y cuál irrelevante desde el punto de vista jurídico.
Especifique si está buscando sólo una (u otra) opinión profesional o si está decidido a encomendarle un juicio al abogado.
Si anteriormente consultó con otros abogados, comente qué otras opiniones profesionales recibió sobre el mismo tema.
No le oculte datos ni le mienta a su abogado. Él necesita saber la verdad para poder prever por dónde atacará la contraparte y también para que el abogado decida si desea/puede/quiere tomar el caso o no.
Tenga presente que el abogado es un ser humano con virtudes y defectos pero que no es su adversario ni su enemigo: el adversario es la otra parte.
No contrate a un abogado que le genere desconfianza, pero si lo contrata, confíe que él juega el partido y acepte sus sugerencias o estrategias.
Asista personalmente a la consulta. No envíe a terceros en su lugar, si el problema es suyo. En todo caso, vaya acompañado, pero vaya usted.
Sepa que cuando un abogado no toma un juicio en muchos casos se debe a que no lo ve viable y no quiere crearle falsas expectativas o hacerle gastar dinero a cambio de ningún resultado.
Confíe en su abogado pero no deposite en él el conflicto como si ya no fuera suyo. Pregunte periódicamente a su abogado en qué estado está su expediente y créale lo que le dice. Si no le cree, cambie inmediatamente de abogado.
Recuerde que un buen consultor jurídico cobra la consulta, ya que en un solo encuentro puede resolver su problema o disipar todas sus dudas.
No tema cuando le propongan firmar un convenio de honorarios: es un instrumento de seguridad para ambas partes, no sólo para el abogado. Usted sabe desde el comienzo cuánto tendrá que pagar y cuándo.Si no se firma convenio de honorarios, en algunos casos el abogado puede pedir regulación judicial de honorarios y resultar una suma mucho más elevada.
Recuerde que no es el único cliente que atiende un abogado, por ende, no pretenda dedicación exclusiva. Sí pretenda que ponga todo su saber y su empeño para lograr el mejor resultado.
Si llama por teléfono al Estudio de su abogado dentro del horario de atención y da ocupado, no lo llame en ese mismo momento al celular, porque seguramente estará ocupado en la otra línea. Si llama a su abogado al celular, hágalo sólo si necesita contactarlo urgente fuera de su horario de atención.
Evalúe si se siente más cómo con una abogada (mujer) o con un abogado (hombre) o si le resulta indiferente.-
Elija al abogado que le dice la verdad, aunque no sea la que quiere escuchar y no al que le asegura que su problema se resuelve en tres meses, sólo para que le encomiende el caso y le cobre un anticipo de honorarios.
Dra. Mirta S. Núñez, abogada de familia y psicóloga social