CPCECABA | EDUCACIÓN

Cómo mejorar el aprendizaje por medio de la metaevaluación

El aula –con alumnos y docente– puede ser considerada como un microsistema, en el que tiene lugar una multitud de acontecimientos estrechamente relacionados entre sí.

Éstos están centrados en dos procesos fundamentales: la enseñanza y el aprendizaje. El primero atañe directamente al profesor; el segundo tiene como protagonista al alumno. Entre uno y otro aparece un tercer elemento: el contenido.

"La enseñanza no es una serie de circunstancias casuales, sino una serie de decisiones profesionales." D. Ausubel

El docente cumple la función de “mediador” entre el contenido y el alumno, destacándose dos procesos: los de Enseñanza y los de Aprendizaje, como procesos diferenciables, porque no todo lo que enseña el docente es aprendido por el alumno, ni todo lo que aprende el alumno es necesariamente enseñado por aquél.

Pero... la naturaleza misma del aprendizaje como experiencia vivida en forma personal por el alumno, constituye un factor que perturba a esta tríada (profesor / alumno / contenido).

¿Por qué es un elemento perturbador?

Porque ningún individuo es igual a otro y, en consecuencia, no hay dos alumnos idénticos. Es una razón tan obvia, que a veces hasta la olvidamos. La experiencia de aprendizaje es diferente en cada uno de nuestros alumnos, lo cual plantea serios problemas al docente que desea “llegar” a ellos.

Por eso es necesario que reflexionemos profundamente sobre ambos procesos: el de enseñanza y el de aprendizaje. A esto se denomina metaevaluación. Reconoceremos mejor este proceso si primero analizamos el concepto evaluar.

Qué es “evaluar”

Es un proceso continuo de reflexión acerca de los procesos realizados en la construcción de aprendizajes significativos.
Implica una permanente actitud de investigación y reflexión por parte del docente, acerca de procesos y logros.
Es reunir evidencias cualitativas y cuantitativas para tomar decisiones.

Qué es la “metaevaluación”

Es la evaluación del proceso de evaluación. Es una evaluación que retroalimenta la práctica docente y la evaluación misma. Pretende contestar la siguiente pregunta refiriéndose tanto al docente como al alumno:

¿Cómo lo estamos haciendo?

Aspectos que incluye la metaevaluación sobre los dos procesos: el de Enseñanza y el de Aprendizaje

La metaevaluación nos lleva a profundizar aspectos específicos de ambos procesos, tales como:

Roles del docente-educador
Estilos personales
Inteligencias múltiples
Inteligencia emocional
Fases del aprendizaje y memorias
Operaciones del pensamiento
Instrumentos de evaluación
Tipos de comunicación didáctica
Procesos cognitivos
Niveles de profundidad cognitiva
Estrategias cognitivas
Estilos comportamentales

¿Estamos enseñando a pensar?

Muchas veces nos referimos a aprendizajes significativos, pero nos cuesta conectarlos con las realidades didácticas cotidianas de los contenidos que tenemos que enseñar y de la diversidad del alumnado.

Esto se manifiesta en una escasa relación de las prácticas didácticas que los vinculen con los principales procesos mentales superiores que todo ser humano es capaz de desarrollar si se lo propone.

A continuación les relato un acontecimiento que, en un determinado momento del ejercicio de la docencia, me “marcó” profundamente y me movilizó para investigar a fondo sobre las cuestiones citadas anteriormente.

Se trata de una Investigación sobre Evaluación efectuada en una escuela comercial, que consistió en la elaboración y aplicación de dos encuestas: una dirigida a los alumnos y otra a los docentes, para luego efectuar el análisis de las pruebas escritas tomadas por ellos a sus alumnos.

Encuesta a los alumnos

En la encuesta a los alumnos, debían explicitar: el motivo, el objeto de estudio, el momento y la forma en que estudiaban.

Los resultados de las respuestas y sus porcentajes fueron:

Motivo“estudio para aprobar”57 %
Objeto“sólo lo que va en la prueba”55 %
Momento“el día anterior a la prueba”75 %
Forma“leyendo y releyendo hasta que me queda”73 %

Encuesta a los docentes

Cuando se les preguntó cuál era –para ellos– el objetivo más importante, contestaron casi en su totalidad: enseñar a pensar.

Agregando a la pregunta sobre cuáles eran las operaciones del pensamiento que consideraban más importantes, citaron: observar, interpretar, analizar, sintetizar, evaluar, crear.

Análisis de las pruebas

Del análisis de las pruebas escritas tomadas a los alumnos resultó:

“enseñar a pensar”no había indicios de que hubiera estado en las pruebas.
“memorizar”49,3 %; lo que indica que fue evaluado aunque los docentes no lo habían considerado en la encuesta previa.

Este desfase entre lo que nos proponemos y lo que en realidad resulta, puede ocurrir debido a que, en el ajetreo de las actividades educativas y por efectos de la rutina cotidiana ocurre que “el árbol no nos deja ver el bosque”.

En la tarea didáctica hay una entrada y una salida. La primera, estaría representada por los procesos de enseñanza y los de aprendizaje. Y la salida, por los resultados del aprendizaje que evaluamos.

Pero entre una y otra, tienen lugar determinados procesos que son considerados generalmente, como una “caja negra”, por cuanto en general, no se llega a analizar debidamente.

A estos procesos nos dedicamos, precisamente, cuando hacemos la metaevaluación.

Contribución de la Ciencia Cognitiva y de la Neurociencia: “La cognición se refiere a todos los procesos mentales mediante los cuales el input sensorial es transformado, reducido, elaborado, almacenado, recuperado y utilizado” (Neisser, 1967).

*Autora: Dra. CP Elsa S. de Fernández Durán Miembro de la Comisión Problemática de los Prof. que actúan en la Actividad Docente y de la Comisión de Desarrollo del Profesional en Relaciones de Dependencia.

Fuente: Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.