Con ajustes en jubilaciones y educación, se cumplió la meta fiscal
El Gobierno logró su noveno mes consecutivo de superávit primario y de esa forma sobrecumplió, por mucho, la meta fiscal con el FMI. El superávit fue de $9,5 billones en lo que va del año y debía llegar a $7,7 billones. El ministro de Economía, Luis Caputo, reconoció que noviembre y diciembre podrán ser deficitarios, por lo que se mostró satisfecho con haber conseguido un superávit holgado, que dejará margen para que el año termine en positivo en el balance financiero. El ajuste de septiembre se centró en jubilaciones, salarios públicos y transferencias a universidades y provincias.
“Como noviembre y diciembre son meses complicados estacionalmente por el pago de aguinaldos, este resultado nos deja en condiciones de, como prometimos terminar el año en equilibrio fiscal”, dijo Caputo en su disertación durante el 60° Coloquio de IDEA, en la que además señaló que las jubilaciones están recuperando el terreno perdido en los años previos.
El gasto en jubilaciones, sin embargo, cayó un 11,4% real durante septiembre, y en la comparación interanual. Eso, dada una suba de apenas el 173,8% interanual, frente a una inflación que fue del 209% interanual durante septiembre. Por su magnitud relativa, esta partida del gasto fue la principal explicación de la caída en el gasto primario, que cayó un 25,2% real interanual durante septiembre. Mucho más que el 6,6% que bajaron los ingresos del fisco a lo largo del mes.
En la misma línea, se destacó la contracción de los salarios públicos, otra partida del gasto que mostró una caída sostenida a lo largo del año. De hecho, los sueldos de estatales mostraron una contracción muy superior a la de los salarios del sector privado en lo que va del año. Visto por el lado de esa partida del gasto, la baja fue del 20,5% real.
Otra caída relevante se observó, de nuevo en septiembre, en el gasto en la educación superior, eje del conflicto que el Gobierno mantiene con el sector universitario, veto incluído al proyecto de recomposición del presupuesto para las casas de estudio nacionales, que primero aprobara el Congreso y luego rechazara el presidente Javier Milei, con bloqueo posterior incluido gracias a que logró juntar el 33% de los votos en Diputados. La baja fue del 19,7% real.
Pero el golpe más duro lo siguieron absorbiendo las provincias. En este caso, no hubo siquiera un incremento por debajo de la inflación en las partidas del gasto, sino que directamente la contracción fue del 11,8% nominal. Es decir: hubo una baja del 71,2% real en septiembre. Aunque desde el Gobierno el uso de la motosierra en las transferencias a las provincias se defendió discursivamente mencionándolo como un ajuste a la política, lo cierto es que los propios datos oficiales mostraron que esos recortes se dieron en partidas con impacto social: en las transferencias para áreas educativas, la baja fue del 82,9% real; los envíos para gastos de seguridad social directamente no existieron; mientras que las transferencias para áreas de salud subieron un 37,4% real.
El superávit primario en el mes fue de $816.447 millones y en el año llegó al 1,7% del PBI. El financiero fue de $466.631 millones en septiembre y llegó a 0,4% del PBI a lo largo de los primeros 9 meses del 2024.
Fuente: Diario BAE