Con el CCL desbocado, Finanzas sale al mercado a colocar deuda

El derrumbe en el precio de los bonos que ajustan por CER siguió generando las consecuencias que se esperaba en la cotización de los dólares financieros: el CCL volvió a trepar 4,5% en la jornada de ayer y el MEP anotó otra suba de 3,7%. Los pesos que quedaron boyando por la venta de instrumentos indexados fueron a meter presión en la brecha cambiaria, lo que tiene sus consecuencias inevitables en materia de expectativas de devaluación. En ese contexto, hoy el Tesoro tendrá un test importante: saldrá al mercado con un menú de Letras de cortísimo plazo y tasa abierta. La buena noticia es que el vencimiento de esta semana es muy pequeño y la complicación mayor llegará recién a fin de mes.

Ayer la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC) publicó el detalle de las obligaciones del Tesoro en el mes actual. En ese sentido se destaca que, dejando de lado las turbulencias financieras, esta semana es muy tranquila. El único vencimiento es una Lelite por $7.979 millones.

Lo complicado aparecerá el 30 de junio cuando haya que pagar $338.983 millones de una Lecer y $222.867 millones de una Ledes. En ese entonces aparecerá el riesgo de una renovación que no esté a la altura, que deje un sobrante de pesos dando vueltas por el mercado y que le agregue más presión a la brecha cambiaria y, por ende, a la expectativa de devaluación.

Los vencimientos de hoy son escasos y por eso la Secretaría de Finanzas saldrá a buscar un piso de apenas $14.000 millones. Para conseguirlos, y dado el nuevo contexto crítico en el panorama financiero, ofreció por primera vez un menú compuesto íntegramente por Letras que vencerán durante el 2022. Todo corto plazo. Y, además, todo tasa abierta: dejará que sea el mercado el que indique qué remuneración espera obtener a cambio de la deuda pública en pesos.

El economista de Ecolatina Juan Pablo Albornoz señaló: “En un punto es una situación complicada porque se trata de un test del mercado, en condiciones convulsionadas. Los instrumentos CER pasaron de rendir 10 puntos negativo en el tramo corto, en el mercado secundario, a dos dígitos por encima de la inflación. Pero la licitación puntual no es complicada porque vence muy poca plata y uno espera que salgan a bancar organismos institucionales públicos. Debería haber un buen resultado. Lo difícil será a fin de mes”.

Y agregó: “El Tesoro dio dos señales importantes para esta licitación: tres de las cuatro letras con a precio abierto, a tantear qué está pidiendo el mercado. También es lógico porque con esta volatilidad, siendo que la oferta se publicó el viernes, en dos días puede cambiar todo y si ofrecía una tasa alta podía quedar mal parado y pagando mucho. Es una mala señal pero razonable. La otra clave es que, después del derrumbe CER, ya empezó a ofrecer instrumentos que vencen en 2022. En un contexto más desafiente el mercado va a pedir tasa o plazos cortos o ambas cosas”.

Fuente: Diario BAE