Con empleo en alza y salario en baja, el consumo dio señales negativas

Durante el primer semestre, el empleo registrado no paró de crecer. En particular, el registrado privado, mostró mejoras sostenidas, que en junio se reflejaron en un crecimiento de 0,5% de los puestos de trabajo, el mayor alza en lo que va del año. Cabe destacar, en ese sentido, que la crisis de inestabilidad financiera ocurrió principalmente en julio, aunque en la primera mitad del 2022 también hubo fuertes vaivenes, incluso en la macro. Los datos de la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL) de julio dio una mala señal: se proyecta un crecimiento de 0,1%, lo que implicaría desaceleración. El salario terminó el primer semestre con una leve contracción y la gran pregunta es cómo continuará la dinámica del consumo. Los primeros datos de agosto son negativos.

En ese sentido, midiendo por cantidades al ingreso de los trabajadores, el empleo no dejó de crecer y, medido por precios, el salario tuvo un leve declive, siempre mirando a los puestos registrados (los no registrados no permiten un seguimiento similar, aunque se descuenta que son los que peor se defendieron frente a la inflación). Para la segunda mitad del año la cosa parece empeorar.

En la tarde del lunes, tras la suspensión temporaria que generó el feriado de emergencia a causa del intento de magnicidio sobre la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, el Ministerio de Trabajo publicó los datos del empleo SIPA de junio. El empleo registrado creció 0,5% mensual y el registrado privado tuvo una mejora similar. En el sector público el incremento fue de 0,2%.

El empleo industrial siguió traccionando en el sector privado, con una mejora de 0,6%, aunque hubo alzas generalizadas. Tal como destacó hace poco el CEP XXI, van 26 meses continuados de incremento en ese sector. Desde Trabajo señalaron al respecto: "Entre las ramas de actividad que mostraron mayor dinamismo mensual se encuentran Hoteles y restaurantes (2%), Construcción (1,3%), Explotación de minas y canteras (0,7%), Comercio y reparaciones (0,6%), e Industrias manufactureras (0,6%)".

Hasta ahí la medición por cantidades. En cuanto a los salarios, en el primer semestre los registrados privados acumularon una contracción de 0,1% real. Para el total de los registrados la baja fue de 0,4% real, ya que los estatales se defendieron un poco peor (perdieron 0,7% real). En todo caso, se trata de unas caídas mínimas pero que alcanzaron para interrumpir la recuperación iniciada en 2021. Para el segundo semestre las proyecciones no son muy positivas y eso tendrá impacto en el consumo y, por ende, en la actividad económica.

Algo de eso mostraron los primeros datos de julio y agosto. Hasta acá los que dieron algunas señales de cómo se movió el consumo de los hogares fueron las ventas minoristas de CAME y la recaudación de IVA DGI por parte de Afip. Ambos venían mostrando variaciones positivas pero cambiaron el signo en el comienzo del segundo semestre.

El IVA DGI de agosto, que es principalmente un buen indicador de los niveles de consumo de julio, cayó 2% real interanual, la primera baja en meses. Las ventas minoristas de CAME anotaron la segunda reducción consecutiva, con una contracción de 2,1% anual durante agosto.

Fuente: Diario BAE