COLOQUIO DE IDEAS
Corrupción: los empresarios critican al Gobierno, pero reconocen sus culpas
Con los casos Skanska, Miceli y la valija venezolana como trasfondo, los empresarios reunidos en IDEA debatieron ayer sobre corrupción. Pero no apuntaron al actual ni a otro Gobierno en particular. Y aceptaron también su parte en la culpa.
En el Coloquio que se realiza en Mar del Plata y termina hoy, el primero en trazar un diagnóstico sobre el tema fue Daniel Kaufman, director del Instituto del Banco Mundial.
"Existe un desafío enorme en América latina en cuestiones como control de corrupción, donde sus países se encuentran por debajo de los del Caribe", dijo.
El siguiente orador fue el senador chileno Andrés Allamand Zavala, quien apeló a estadísticas para mostrar la mala situación argentina al respecto: según Transparency Internacional, dijo, el país está 147 en el ranking de transparencia, contra 33 de Chile. "El mal argentino en materia de corrupción es el déficit institucional", señaló.
Allamand fue el primero en plantear un punto que luego recogieron los políticos de la oposición (que anoche ya eran multitud): "Si se disminuye la discrecionalidad, baja la corrupción".
En palabras de Ricardo López Murphy, "las economías de mercado son menos corruptas que las planificadas".
"Hacen falta políticas públicas claras, transparentes y de largo plazo, reconocer el valor y funcionamiento de los mercados", remarcó el titular de Quickfood, Luis Bameule, avalando que las políticas que incluyen discrecionalidad son las que más riesgo de corrupción conllevan.
Bameule (el único empresario que habló con nombre y apellido del tema) agregó un listado de factores que generan corrupción: falta de castigo para los corruptos, impuesto distorsivos que impulsan a trabajar en negro, preferencia a los acuerdos particulares sobre las normas generales, instituciones débiles, etc.
El tema de premios y castigos fue el que surgió más tarde en un encuentro reservado de los empresarios, que debatieron a puertas cerradas sobre este eje, la corrupción. "Con una Justicia débil, el riesgo es mayor", concluyeron, según pudo averiguar Clarín.
Sin embargo, tanto en las charlas públicas como en las privadas, los empresarios coincidieron en algo: en la corrupción, como en el tango, hacen falta dos.
Y allí asumen su parte de culpa: es claro, en casos como Skanska, hay muchas empresas comprometidas. "La línea para que no haya corrupción en la empresa la tiene que bajar su cabeza, nosotros", reclamó Bameule.
El empresario y político Francisco de Narváez abundó: "Es tan responsable quien paga la coima como el funcionario que cede a la tentación".
La pregunta clave era ¿hay más o menos corrupción ahora que antes? Los empresarios, aún en off the record, prefirieron no tomar posición sobre el tema. Horacio Rodríguez Larreta, mano derecha de Mauricio Macri , dijo : "No estamos hoy mejor". Los políticos fueron quienes terminaron capitalizando el debate. (IECO)