ECONOMÍA

Crece la oferta de alquileres en los barrios porteños más poblados

La oferta de inmuebles en alquiler aumentó en zonas de alta densidad de población de la Capital Federal, donde en los últimos años se aglutinó la construcción, como los barrios de Palermo, Belgrano, Caballito, Villa Urquiza y Almagro, coincidieron fuentes del sector.

Las regulaciones cambiarias iniciadas hace más de un año determinaron que los inversores que habían adquirido inmuebles con el fin de revenderlos decidieron sacarlos de la venta y volcarlos al alquiler para así obtener una renta.

"El propietario que no está dispuesto a vender porque no consigue imponer un determinado precio o porque no quiere recibir pesos, volcó la unidad al alquiler y ese aumento de oferta concentrada se verificó en las zonas donde más se construyó en los últimos años", describó a Télam uno de los directores del sitio especializado Reporte Inmobiliario, José Rozados.

"La clase media quiere que el inmueble que va a alquilar cuente con buena infraestructura, que el barrio donde esté ubicado cuente con comercios, clubes, colegios, bancos y esto determina que no sólo la oferta esté concentrada, sino también la demanda", detalló. Roberto Arévalo, el flamente titular de la Cámara Inmobiliaria Argentina (CIA), dijo que la retracción de la oferta se dio principalmente en los inmuebles usados, ya que los propietarios se resisten a recibir pesos a manera de pago y muchas de esas unidades también se volcaron al alquiler, comentó.

"Los alquileres tienen una oferta importante y la falta de crédito hipotecario hace que mucha gente los demande", comentó Arévalo.

Detalló que la renta que obtiene el propietario al alquilar un inmueble es cercana al cuatro y cinco por ciento. Ejemplificó que el alquiler de un departamento de dos ambientes en un barrio como Almagro está entre 1.700 y 2.000 pesos, más expensas que van entre los 500 y 800 pesos. Los gastos varían de acuerdo a si el edificio cuenta con vigilancia o si tiene amennities.

Para entrar a alquilar una persona debe pagar cinco por ciento del total del contrato como honorarios a la inmobiliaria, a eso se le suman 300 pesos de gastos de certificación de firmas, más un mes de depósito y un mes por adelantado.

"No hay pretensiones de alquileres desmedidos porque la oferta es competitiva", señala Rozados respecto de los valores solicitados.

Respecto de la oferta de fideicomisos al costo, Arévalo dijo que están a cargo de inmobiliarias grandes con un área comercial desarrollada, o bien a cargo de desarrollistas y constructores.

"Lo que se mueve en el mercado, además de los alquileres, son los emprendimientos que están en obra, ya adecuados al mercado en pesos, donde la gente paga cuotas en pesos. Estos son los que cuentan con más convocatoria de público", detalló Rozados.

En esa misma línea, Arévalo señaló que desde que asumió la presidencia de la CIA "sigo el camino de alentar la inversión en ladrillos. Les decimos a los vendedores y a los compradores que la compra de un inmueble es el mejor resguardo de valor", confió.

"Las nuevas reglas llegaron para quedarse", dijo Rozados respecto del uso del peso en las transacciones inmobiliarias y señaló que "el mercado se va adaptando a esa realidad".

"Hay propiedades que se pasaron a pesos pero se encarecieron", dijo el experto y señaló por otra parte que el sector privado tiende a financiar las obras en plazos más largos.

Es decir que si un edificio se construye a través de un fideicomiso en un plazo cercano a dos años, se acepta que los inversores paguen incluso cuando el inmueble ya está terminado. "Hay emprendimientos más pagables, se los financia a cuatro años", comentó.

Fuente: Télam