INFORME | INTI
¿Cuánto se ahorra cambiando las lamparitas?
El Instito Nacional de Tecnología Industrial (INTI) difundió un estudio que demuestra el plan de canje de lámparas incandescentes por las de bajo consumo, puede permitir un ahorro del orden 1.000 millones de dólares en inversiones.
"El uso racional de la electricidad es la principal fuente de energía barata de que se dispone y a la que habrá que echar mano de una manera generalizada para hacer frente a una perspectiva de crecimiento", destacó el informe.
Lámparas de bajo consumo
Las lámparas eléctricas incandescentes -las clásicas con filamento luminoso- se denominan habitualmente por su potencia en watts (o vatios), por ejemplo, de 60 ó 100 W. Hay, también otras lámparas, de bajo consumo, que suministran una iluminación equivalente con un consumo unas 5 veces menor, y que constituyen una fuente potencial de electricidad de rápido acceso.
Consumo y posible ahorro
El consumo de electricidad en la Argentina durante 2006 resultó equivalente a una potencia media de unos 10 GW (giga watts o giga vatios), esto es 10.000 millones de vatios (1 GW= 1000 millones de vatios), que es el consumo de 100 millones de lámparas de 100 vatios continuamente encendidas todo un año.
De estos 10 GW, unos 3 GW fueron utilizados por el sector residencial, cuyo consumo promedio resultó similar al de 30 millones de lámparas de 100 W encendidas permanentemente. Alrededor de la tercera parte de lo consumido en las casas, es decir cerca de 1 GW, en promedio, se utilizó principalmente de noche.
Esta potencia en iluminación domestica (sin incluir el alumbrado público) ya es utilizada en parte por artefactos de bajo consumo, por lo tanto no se puede suponer una reducción a una quinta parte en su conjunto. Además, las lámparas de bajo consumo no son adecuadas para un funcionamiento muy intermitente. Si la mitad del consumo, o sea una potencia promedio de ½ GW=500 MW= 500 millones de W, fuera reducida a su quinta parte se ahorraría en promedio 400 MW=0,4 GW. Esto equivaldría a una central de cierto porte funcionando continuamente – Atucha I, por ejemplo, tiene 0,36 GW– pero desde ya ninguna central produce continuamente.
Otras consecuencias
El reemplazo tiene consecuencias más importantes sobre la potencia pico: las lámparas reemplazadas no están continuamente encendidas. Si se supone que en promedio trabajan 6 horas por día, durante esas 6 horas la potencia será 4 veces mayor pues dividiendo el día en cuartos de 6 horas la potencia en cada uno sería 0 GW, 0 GW, 0 GW y 2 GW, cuyo promedio es precisamente 0,5 GW. Si estos 2 GW fuesen lámparas de 100 W, serían 20 millones de lámparas.
El ahorro en la potencia pico sería entonces 4 veces el ahorro promedio, o sea 1,6 GW (que se puede pensar como 80 W de ahorro/lámpara x 20 millones de lámparas= 1600 millones de W).
Ahora bien: ¿cuánto cuesta una central (o un grupo de centrales) con una potencia de 1,6 GW? Instalar una de ciclo combinado cuesta unos 600 dólares por kW (1.000 W) de potencia, es decir 0,6 dólares/W, por lo que para 1.600 millones de W ascendería a unos 960 millones de dólares. Dos centrales de ciclo combinado con una potencia total de alrededor de 1,6 GW, como la “General Belgrano” (0,823 GW) y la “General San Martín” (0,824 GW), se adjudicaron para su construcción en 511 millones y 527 millones de dólares, respectivamente, lo que hace 1.037 millones de dólares en total, a razón de 0,63 US$/W.
El combustible ahorrado es otra cosa. Un cálculo pesimista indica unos 3,75 millones de barriles de petróleo (BOE) por año y si cotizara a 60 dólares el barril el gasto ascendería a 225 millones de dólares, en tanto las 20 millones de lámparas a 3 dólares cada una costarían 60 millones.
Como la vida media declarada de las lámparas de bajo consumo oscila entre 3.000 y 5.000 horas, tomando un promedio de 4.000 horas y a 6 horas por día durarían 22 meses, durante los cuales se ahorrarían 412 millones de dólares (siempre estimando el petróleo a 60 dólares el barril) con una inversión inicial de 60 millones.
Puede deducirse, también, que cerraría bien con petróleo a 30 dólares y menos, y sólo con el ahorro en combustible, sin incluir costos financieros ni la amortización de la dos centrales de ciclo combinado cotizadas en 1.037 millones de dólares.
Más adelante
El consumo de electricidad viene creciendo a un ritmo de entre 6 y 7% anual en los últimos años, equivalente a una potencia media anual de unos 0,55 GW.
Por otra parte, la potencia pico es alrededor de un 74% superior a la potencia media y su crecimiento puede estimarse en 0,96 GW por año, por lo que instalarla implicaría una inversión del orden de 600 millones de dólares anuales.
La potencia pico aumentó en relación a la potencia instalada del 60% al 70% entre 2003 y 2006, pero debe tenerse en cuenta, asimismo, que no toda la potencia instalada esta disponible constantemente y que la generación hidroeléctrica depende de factores climáticos.
En la industria hay mucho por hacer, como lo demostró Japón al reducir el consumo específico de energía a menos de la mitad en algunas áreas, mediante campañas de uso racional. (AGRODIARIO)