CONDENA

Cuatro años de prisión efectiva para un empresario que evadía impuestos

Un tribunal oral condenó hoy a cuatro años de prisión efectiva al presidente de una empresa que estafó al fisco en 4 millones de pesos mediante una maniobra fraudulenta para evadir el pago del impuesto a los combustibles líquidos y el gas natural.

"Los ilícitos tributarios, considerados por gran parte de la doctrina extranjera delitos de cuello blanco, ponen en riesgo el sistema y agudizan las carencias de un Estado", señaló el Tribunal Oral en lo Penal Económico 2 a través del voto del camarista Claudio Gutiérrez de la Cárvoca.

Además, se advirtió que estas maniobras de evasión "agudizan las carencias de un Estado, privando al disminuir la recaudación fiscal, de brindar la asistencia de los más necesitados, de los servicios básicos de salud, educación, seguridad y justicia".

Por lo cual, se "daña indirectamente a la sociedad toda", indicó el fallo emitido tras un juicio oral.

La sentencia recayó sobre Carlos Antonio Muñiz, condenado por "evasión agravada" e inhabilitado de manera "absoluta" para ejercer la patria potestad sobre sus hijos mientras dure la condena, como así también a administrar sus bienes y disponer sobre ellos.

La causa es similar a una decena abiertas en todo el país por el mismo delito, en un fraude total que se calcula cercano a los 200 millones de pesos, informaron a Télam fuentes judiciales.

En la condena emitida por los camaristas Gutierrez de la Cárcova, César Lemos y Luis Losada se dio por probado que Muñiz, como presidente de la firma "Blevy SA" obtuvo de manera "fraudulenta" la inscripción en el Régimen de Empadronamiento de adquirentes de solventes alifáticos y aromáticos y aguarras, con destino exento.

De esa forma evadió el impuesto a la tranferencia de combustibles que se aplica a la venta en el mercado local, al declarar que importaba combustible para su procesamiento, algo que nunca ocurrió.

En total se probaron 39 operaciones "de importación llevadas a cabo en abril, mayo y junio de 1999 con un perjuicio fiscal de 4.174.491 pesos, mediante la utilización fraudulenta del beneficio", según los fundamentos del fallo al que accedió Télam.

La empresa figuraba como dedicada a "fabricar productos con solventes", una finalidad que le valió la exención impositiva.

En realidad, comercializaba sin ningún tipo de proceso la nafta que importaba libre de impuestos.

"Vendió el producto importado en el mismo estado en que lo había adquirido sin haberle realizado proceso industrial alguno que valiera tanto la obtención como la utilizacióon de la exención impositiva que gozaba", según la acusación.

El tribunal recordó por último que el motivo de la exención había sido "incentivar el desarollo de la producción industrial y beneficiar a las empresas que utilizaban combustibles como materia prima en la elaboración de productos químicos o petroquímicos o para su transformación industrial".(Télam)