Cuestionan medidas del Plan K desde algunos sectores

La catarata de créditos subsidiados para autos, electrodomésticos y paquetes turísticos, la megamoratoria impositiva con perdón para evasores, el blanqueo de los capitales fugados y el recorte del impuesto a las Ganancias para los sueldos más altos persiguen un mismo objetivo: sostener el consumo y las inversiones locales aunque empeore la crisis mundial. Pero todas esas medidas benefician a las empresas y a las capas medias-altas y ricas de la población, con las que el Gobierno busca reconciliarse. Por eso los especialistas en impuestos y distribución del ingreso dudan que con ellas vaya a mejorar el reparto de la torta.

Y también cuestionan su efectividad. Advierten incluso que convendría estimular a las familias menos favorecidas, que suelen gastar todo lo que ganan y empujarían más el consumo.

Los últimos retoques de impuestos, entre los que también hubo una rebaja de retenciones al trigo y al maíz, volvieron a poner la lupa sobre la promesa más incumplida de los Kirchner desde 2003: una reforma tributaria integral que haga más justo el esquema impositivo. La crisis mundial también acelera el debate, porque las empresas reclaman cada vez mayores ventajas, como hizo el jueves el número uno de Techint, Paolo Rocca.(CRITICA DIGITAL)