Derrumbe en el consumo masivo, en el peor año de la gestión del gobierno de Macri
En lo que será claramente el peor año para el consumo masivo durante la gestión del presidente Mauricio Macri, la caída -ya descontada por todos los actores del mercado del retail- es de al menos un 2% respecto de 2018, y podría ser aún peor para los comercios de barrio o “cercanía”.
Según varias fuentes de consultoras y de los canales comerciales (grandes superficies, supermercados provinciales, autoservicios), la retracción no sólo es cuantitativa. El enorme retroceso en la calidad de las compras nunca se vio de esta forma antes, por lo menos desde la salida del 2001.
Las adquisiciones de productos de higiene personal, algo verdaderamente básico para la limpieza y la convivencia, quedaron golpeadas por el solo y triste hecho de que antes se debe llenar “el changuito” con comida, fundamentalmente productos secos y marcas económicas.
Las cadenas de hipermercados proyectan una caída de entre 1,5% y 2% este año en comparación con el 2017, y los canales de mayor proximidad con el cliente, en todos sus formatos, ven descensos mayores.
En el marco de las recientes jornadas de la Asociación de Supermercados Unidos (ASU), se escucharon declaraciones variadas y muy ilustrativas de lo que fue el 2018. “El actual contexto obliga a repensar estrategias de crecimiento desde una estructura de consumo cada vez más fragmentada y el consumo masivo no es la excepción”, dijo Juan Manuel Primbas, director de Kantar Worldpanel
Consumo y precios
“Que pasó con el Consumo en lo que va de 2018?”, es el último informe elaborado por Damián Di Pace, titular de Focus Market, vía Scanntech. Los números son escalofriantes: la caída del consumo acumula un 3,5% en el año y en noviembre, el guarismo es de -10,1%, el más alto que haya registrado una consultora este año.
En el análisis de la consultora, dato confirmado por fuentes de las cámaras CAS y FASA, la coyuntura y la caída más pronunciada es en el interior del país. Persiste el aceleramiento en los precios y la variación del mes de noviembre con igual mes del 2017 es del 49,3 por ciento.
Di Pace afirmó a este medio que “ya hay familias que están en niveles superiores al 50% de incremento de precios”. El consumo se contrae y en la proyección que hicieron Kantar y Ecolatina, no hay señales de crecimiento hasta el segundo semestre del 2019. “Este año estuvo muy lejos de lo esperado y terminamos con ciudadanos frustrados, empresas que saben que deben reformular la propuesta de valor para reactivar la demanda pero no encuentran claridad en el momento”, sentenció Primbas.
Expectativas
El Índice General de Expectativas Económicas (IGEE), que mide la percepción de la población sobre la situación económica y laboral en el país, cae dos puntos por segundo mes consecutivo, marcando un nuevo piso para la serie histórica, informó Kantar TNS.
“Por segundo mes consecutivo caen las expectativas económicas, y nuevamente la variable empleo es uno de los indicadores clave para explicar este deterioro”, comentó Julieta Dejean, directora comercial. Las compras masivas se sostienen en parte por las promociones. Los sectores donde las promociones pesan más sobre el total de las compras, es en bebidas, donde se destaca los vinos y las cervezas, y en congelados: vegetales, papas congeladas y hamburguesas.
La batalla perdida
En esta oportunidad, hay que comprender el contexto. Hasta junio, el salario no perdía “por goleada” frente a la inflación, pero luego de ese mes, el “gap” entre estos dos indicadores se separó notoriamente afectando directamente el poder de compra de la gente y especialmente de la clase media y media-baja.
Asimismo, debemos recordar que la masa crítica del consumo, el 87% del mismo, lo hacen el 92% de los individuos con ingresos de hasta $31.000 mensuales y que el ingreso promedio ponderado de los hogares es de $28.872 al mes.
Con políticas muy débiles como Precios Cuidados y Ahora 12, el Gobierno no logró (y poco intentó) domar la inflación, buscó condicionar las paritarias colocando topes, y dio lugar a un derrumbe alarmante en el consumo que hoy exhibe la peor foto: góndolas llenas y ausencia de personas.
Fuente: Diario BAE