Días importantes para la reestatización de Aerolíneas

El gobierno comenzará a dar los pasos formales para tratar el proyecto del Gobierno destinado a reestatizar Aerolíneas Argentinas y Austral, un proceso que aparece de movida complicado.

El primer escollo que deberá superar el oficialismo es la creciente disidencia interna que crece puertas adentro. Tal como ocurrió cuando se debatieron las retenciones móviles, la clave está en lo que hagan los diputados kirchneristas que, en voz baja, manifiestan sus dudas sobre la conveniencia de aprobar el acta acuerdo que suscribieron el secretario de Transporte, Ricardo Jaime, y el grupo español Marsans, el mes pasado, para iniciar la compra de las acciones de las empresas.

La principal crítica apunta a la falta de información sobre la situación patrimonial de Aerolíneas y Austral. El único dato firme es que, según informó Jaime, la deuda acumulada por ambas empresas durante la gestión de Marsans asciende a 890 millones de dólares.

En este contexto, el jefe de la bancada kirchnerista, Agustín Rossi, se reunirá en el transcurso del día con los diputados del Frente para la Victoria. El objetivo: alinear a los disidentes, garantizarse su apoyo y transmitirles el cronograma que maneja y que prevé lograr dictamen mañana y debatir el proyecto en el recinto este jueves.

La oposición, en tanto, prepara su artillería para tratar de frustrar los planes oficialistas. Diputados de la UCR, la Coalición Cívica, Pro, Frejuli y otras bancadas unipersonales ya advirtieron que, si se aprueba el acta acuerdo suscripta, será el Estado -es decir, toda la sociedad- el que deberá absorber el millonario pasivo con la compra de las aerolíneas.

Además, anticiparon que no colaborarán con el quórum, es decir, que el oficialismo deberá garantizarse por las suyas el número de diputados necesarios para habilitar el debate.

En el Senado, las secuelas del durísimo revés a las retenciones permanecen intactas. Si la reestatización logra media sanción en Diputados, la atención de la Casa Rosada virará hacia la Cámara alta, donde también varios oficialistas manifestaron su desacuerdo con el proyecto del Gobierno. (LA NACIÓN)