El BCRA le giró otros $100.500 millones al Tesoro en lo que va del mes
La deuda remunerada del ente monetario ya supera el equivalente a la base. Hoy no está en la agenda, pero mejor resolverlo antes de que sea tarde.
Sin financiamiento, más allá de lo que la Secretaria de Finanzas logre raspar en el mercado local en cada rollover de deuda en pesos, el Banco Central no tiene más remedio que continuar asistiendo al Tesoro que en los últimos dos viernes recibió otros $65.000 millones vía Adelantos Transitorios y otros $39.000 millones en concepto de Transferencias de Utilidades. En lo que va del año el BCRA ya le giró Adelantos por $533.500 millones más otros $1,079 billones en Transferencia de Utilidades. De modo que hasta el momento el BCRA asistió al Tesoro en casi $1,613 billones. Para tener una dimensión, esto equivale al 70% de la base monetaria actual de $2,3 billones.
¿Cómo puede ser posible que con semejante financiamiento monetario al Tesoro la base solo haya crecido un 21% en lo que va de 2020? Porque sencillamente los pesos que el BCRA inyecta en la economía para financiar el déficit fiscal le volvían por otra puerta, a través de la colocación de Pases y Leliq. Así el stock de deuda remunerada del BCRA pasó de $1,191 billones a comienzos de año a más de $2,6 billones, o sea creció ya un 116%. Está claro que de no haber sido así hoy se estaría hablando de otra cotización del dólar blue, bien alejada de los $145 actuales. Lo que también no deja dudas es que nada es gratis, porque esa deuda del BCRA se remunera a tasas de 19% (Pases) y 38% anual (Leliq) y ya implicó un costo de intereses de 467.235 millones. Esto representa casi el mismo monto de los nuevos créditos en pesos que otorgó el sistema financiero este año al sector privado. Es un tema que algún día habrá que, tarde o temprano, resolver porque este stock de Pases y Leliq ya se proyecta a fin de año a más del 11% del PBI, un nivel similar al que alcanzaron las Lebac antes de eclosionar. Vale señalar que esta deuda tiene la desventaja de estar atada a la tasa de interés de corto plazo por ende sube de la mano de la inflación y viceversa y al subir la tasa el stock sigue trepando.
La ventaja, a diferencia de las Lebac, es que está solo en manos de los bancos por lo que se sospecha que será más fácil renegociar. Hoy no es un tema de agenda pero mejor que el Gobierno no espere a último momento para encarar alguna solución porque si no se puede transformar en un problema serio y más complicado de resolver como ya está ocurriendo con el caso del dólar ahorro. Esto viene a cuento de que en el Presupuesto 2021 el déficit proyectado se financiará en gran parte con emisión monetaria. De modo que el BCRA deberá enfrentar nuevamente el dilema de inflación versus esterilizar y aumentar el stock de Leliq. Todo esto está vinculado, además, con las principales restricciones que llevará la economía argentina al próximo año, que es electoral, que son básicamente un exiguo nivel de reservas disponibles, un elevado nivel de endeudamiento del BCRA y sin financiamiento. Estas limitaciones conspirarán con la recuperación de la economía.
El balance monetario muestra, en lo que va del año, que la base monetaria apenas se expandió en $385.393 millones donde los factores expansivos fueron el financiamiento al sector público por $1,6 billones y el pago de intereses por casi medio billón. Mientras que, por otro lado, el BCRA absorbió la emisión vía Pases y Leliq por $1,36 billones, más $279.000 millones a través de la venta de divisas al sector privado ($219.000 millones) y al sector público ($60.000 millones) y $45.000 millones que el Gobierno dejó depositados en el BCRA.
Es importante, dada la dinámica fiscal, monetaria y cambiaria, que el Tesoro haga buena letra, como parece lo viene haciendo en los últimos meses para ir reduciendo la asistencia financiera del BCRA. Esto implicaría un menor exceso de pesos en circulación y menor presión tanto por el lado cambiario como inflacionario. Así y todo nada garantiza que si continúan los cortocircuitos y contramarchas en el seno del equipo económico la desconfianza no se apodere del espíritu de los tenedores de pesos.
Por Jorge Herrera
Fuente: Ámbito.com