El BCRA volvió a asistir al Tesoro para pagar deuda

Por un descalce entre la fecha de cancelación de los vencimientos de deuda de mercado en pesos y de la liquidación de la licitación de esta semana, el Banco Central tuvo que volver a asistir al Tesoro para afrontar ayer compromisos con tenedores privados por unos $74.500 millones. El desfase entre ambas operaciones generó algo de ruido ya que los títulos cancelados tenían participación de fondos extranjeros y algunos operadores anticiparon presiones adicionales sobre el dólar contado con liquidación (CCL). Estos acreedores pugnan desde hace tiempo por dolarizar sus carteras y salir del país. Sin embargo, en el Ministerio de Economía descartan ese escenario: aseguran que estos fondos ya se desprendieron del grueso de sus tenencias y que el 90% de lo pagado fue a inversores institucionales locales que no tienen permitido operar dólares financieros.

En ciertas mesas de operaciones, incluso algunas cercanas al Gobierno, había sorprendido el diseño del cronograma de licitaciones de octubre de la Secretaría de Finanzas. Es que la primera de ellas se hará hoy (junto al canje anticipado del bono dólar linked T2V1, como adelantó Ámbito) y se liquidará el jueves. En general la liquidación de las colocaciones de deuda, que es el momento en que el Tesoro recibe los pesos y entrega los títulos adjudicados, coincide con los principales vencimientos con el objetivo de renovar los compromisos y evitar que al cancelarlos queden los pesos “dando vueltas” en el mercado hasta la siguiente subasta. Esta vez quedó un margen de tres días.

Por eso, y como la liquidez que poseía el fisco no era suficiente para afrontar ayer el pago de los $68.187 millones de capital e intereses del bono TO21 y los $6.327 millones de intereses del AA22, la cartera que encabeza Martín Guzmán recurrió a un nuevo pedido de asistencia financiera al BCRA. Según supo este diario de fuentes extraoficiales, se trató de un giro de adelantos transitorios realizado el viernes por unos $150.000 millones. Los funcionarios consultados no desmintieron el envío pero evitaron referirse al monto en cuestión.

Lo cierto es que durante los últimos meses la emisión ganó participación en el fondeo del Tesoro ante las dificultades para sostener el ritmo de endeudamiento neto cosechado en el primer semestre. En los primeros nueve meses, las utilidades y adelantos del Central representaron el 70% de las fuentes financieras, por encima del 60% que se había fijado Guzmán como meta bajo la premisa de que la impresión de más pesos recalentaría las tensiones cambiarias. En Economía señalan que estarían conformes con reducirla a al menos el 65% y por eso apuntan a escalar el financiamiento en el último trimestre de 2021. Para eso, además de al regreso de los bonos dólares linked, apuestan ahora a nuevas herramientas, como las letras a 30 días de plazo (o menos) exclusivas para fondos comunes de inversión (FCI), que se lanzarán próximamente.

¿Presión extra sobre el CCL? En este caso, el foco estaba puesto en el descalce y en la composición de los vencimientos. Es que el TO21 fue un bono emitido en 2016 por Luis “Toto” Caputo, que contaba entre sus tenedores con elevada participación de acreedores del exterior, principalmente Templeton y un fondo de pensión japonés. Hasta hace poco, en el mercado estimaban que los inversores foráneos tenían más de un tercio del total.

Los fondos extranjeros con tenencias de títulos en moneda local en general ingresaron durante el gobierno de Mauricio Macri a hacer carry trade (la famosa bicicleta financiera con las altas tasas de interés) pero luego quedaron “atrapados” en 2019 por el reperfilamiento y la reinstalación del cepo cambiario. Desde entonces, presionan por dolarizarse y salir del país a través del CCL. Es por eso que ante el cobro de sus acreencias se suele vislumbrar un riesgo de mayor presión sobre la brecha cambiaria.

Sin embargo, fuentes de Economía le dijeron a Ámbito que en realidad el 90% del monto cancelado ayer correspondió a tenedores institucionales locales (bancos, FCI y aseguradoras). Esto quiere decir que los fondos extranjeros vendieron el grueso de sus tenencias del TO21 a inversores domésticos. Desde algunas consultoras consultadas por este diario, que prefirieron el off the record, le dieron validez a este dato y señalaron que buena parte de la presión sobre el CCL de las últimas semanas pudo haberse correspondido con la salida de Templeton y otros fondos, impulsada por la ola de ventas de activos en pesos en el contexto electoral y por movimientos globales de búsqueda de refugio en moneda dura. De acá a fin de año no quedan casi pagos a tenedores del exterior, afirmaron en el Gobierno.

Así, las fuentes de Economía aseguraron que no esperan presiones adicionales esta semana sobre el liqui a raíz del descalce ya que el grueso de los inversores institucionales locales que cobró el bono “por regulación no pueden operar los dólares alternativos”. La referencia atañe, fundamentalmente, a bancos y FCI. En ese sentido, destacaron que ayer se negoció un volumen similar al del viernes en el CCL. De hecho, la variante operada con el título AL30, la que interviene el BCRA, subió 0,2% a $175,98 y la operada en transacciones bilaterales (no intervenida) cerró estable a $192. “El tsunami de pesos ni si quiera trajo una llovizna”, ironizó un funcionario.

En otros despachos sí mostraron cierta preocupación por el hecho de que los tenedores que cobraron los pesos ayer pudieran moverse a instrumentos de corto plazo a la espera de la liquidación de la licitación y presionar las tasas cortas a la baja, lo que podría impulsar a otros actores a dolarizarse.

Con todo, el mercado sigue en búsqueda de cobertura tanto en el segmento hard dólar a través del MEP y el CCL como en el oficial a través de futuros y títulos dólar linked. Es que los operadores ven un escenario de devaluación poselectoral ante el retroceso de las reservas y el crecimiento del peso de la emisión. Esto fuerza al BCRA a incrementar la intervención en esos segmentos. Así, los traders esperan que la demanda de dólares financieros siga firme. El Gobierno descarta una depreciación, confía en su poder de fuego, considera que la presión sobre la brecha está en línea con lo previsible para un contexto electoral y apunta a balancear el mix de financiamiento ante la ampliación del gasto para apuntalar los ingresos tras la derrota en las PASO.

En esa clave, Economía realizará hoy una doble operación de canje y licitación que tendrá como protagonista a los bonos dólar linked para aprovechar la demanda de cobertura. Con estos instrumentos buscará sumar fondeo neto y despejar parte de los vencimientos de noviembre a partir de la conversión del bono T2V1. Además, buscará dar otra señal al mercado de que no prevé devaluar ya ofrecerá títulos atados al tipo de cambio oficial a 2023 y un salto cambiario elevaría significativamente el costo de financiarse por esa vía.

Fuente: Ambito.com