El FMI tiene dudas sobre el INDEC
A los problemas generados fronteras adentro por la manipulación oficial de los datos de inflación, el Fondo Monetario Internacional (FMI) sumará uno más al declarar que las estadísticas del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) "no son confiables".
Fuentes del organismo multilateral y del Gobierno confirmaron a LA NACION que en los próximos meses habrá un claro pronunciamiento del Fondo por los cambios introducidos en el Indec a partir de la intervención, nunca legalizada, de la Secretaría de Comercio Interior que conduce Guillermo Moreno.
Las opciones del FMI pasan por una reprimenda escrita, borrar al país del standard especial de diseminación de datos o hasta una más improbable, aunque legalmente posible, expulsión de la Argentina del organismo auditor y prestamista.
Esta declaración, temen en el Gobierno, abriría también la puerta a reclamos judiciales de bonistas extranjeros que compraron títulos ajustables por el Coeficiente de Estabilización de Referencia (CER) y que creen que el país cometió una presunta "estafa" al subestimar el índice de inflación para pagarles menos. Eso ha llevado a que la Argentina pierda acceso a los mercados voluntarios de deuda en un momento de crecientes vencimientos.
Aunque estos bonos soberanos se guían por la legislación argentina, algunos de los fondos de cobertura ( hedge funds ) de Estados Unidos que todavía los tienen en su poder analizan cómo recuperar parte de sus pérdidas en los tribunales. Se estima que hay unos US$ 5700 millones en títulos ajustables por inflación en el exterior.
"Una declaración del FMI nos puede complicar en los tribunales. Y ahora es más probable que fijen una postura crítica que hace unos meses atrás", admitió una de las fuentes oficiales. Desde 2007 el Fondo amaga con condenar esta manipulación, pero las autoridades argentinas habían logrado frenarlo con la promesa de lanzar un nuevo y más creíble índice de precios al consumidor (IPC). En su último informe global, el organismo tomó el dato oficial de inflación, pero aclaró que es inferior al estimado por analistas privados.
Ahora que el IPC "renovado" se lanzó sin lograr ni una pizca más de credibilidad que el anterior, el FMI "ya perdió la paciencia", agregó una calificada fuente desde la capital de los Estados Unidos.
Mientras el Gobierno decide qué hacer con el Indec y con Moreno (ver primera sección), el análisis del caso argentino sigue avanzando en el organismo que conduce Dominique Strauss-Kahn.
Como el Ministerio de Economía de hecho no tiene poder sobre el Indec, el FMI ha estado intercambiando pedidos de información directamente con la cuestionada conducción del organismo público.
Sin embargo, el equipo que lidera Carlos Fernández ya fue notificado de esta posible sanción y por eso espera una definición del Ejecutivo respecto del futuro del Indec (una posibilidad es que se lo saque de la esfera de competencia de Moreno), porque, más allá de la cuestión de los bonistas, el tema del Indec complica un posible acuerdo con el Club de París. "Si el Gobierno quiere un acuerdo (para refinanciar US$ 6500 millones), debe tener algún aval del FMI. Si no, debería buscar un acuerdo bilateral con Estados Unidos, que implica pasar por el Congreso, lo que a su vez implica someterse a la presión de los bonistas que no aceptaron el canje para salir del default en 2005", advirtió un analista financiero. La Argentina ya les debe unos US$ 30.000 millones a los holdouts .
Frente a este nuevo frente de batalla, el ex ejecutivo del FMI Claudio Loser dijo que "el departamento estadístico del Fondo ya le puso presión al Gobierno para que aclare la metodología del Indec, aunque hasta ahora el directorio no quiso entrar en otro lío con la Argentina". (LA NACION)