El Gobierno hizo cambios de gabinete y se apresta a recuperar terreno

El gobierno de Cristina Kirchner comenzó a media tarde de ayer a planificar de apuro los anuncios de cambios de gabinete, previstos para la semana próxima, y que se terminaron de anudar ayer tras unos días de cabildeos en Olivos. Con los cambios, la mandataria le concedió al ex presidente y diputado electo Néstor Kirchner la iniciativa para "profundizar el modelo" y le ratificó el control de la economía.

"Detrás de los cambios está Kirchner, que convenció a Cristina de la necesidad de profundizar el rumbo tras la derrota para no quedar presos de reclamos de la oposición y de los gobernadores del PJ", aseguró a LA NACION una fuente de extrema confianza del ex presidente.

"Kirchner desafió a todos ellos al confirmar a Guillermo Moreno. No le iba a entregar esa cabeza a sus opositores", interpretó un funcionario respecto del polémico secretario de Comercio Interior.

La otra lectura tuvo que ver con una antigua disputa entre Kirchner y el jefe del Gabinete, Sergio Massa. Se había acentuado en los últimos días, tras la derrota electoral que disparó este recambio de ministros.

"Es un cambio contra Massa, que hacia adentro venía reclamando más apertura, más diálogo. Y abrir algunas políticas", aseguró otro hombre de Balcarce 50.

Massa comunicó a media tarde un decreto de asueto en la administración pública nacional para pasado mañana debido a la gripe A. Según pudo saber LA NACION, la medida también buscaba alargar el feriado de mañana y conformar un fin de semana largo para darle tiempo a que la Presidenta y su esposo viajaran a El Calafate y se recluyeran a meditar cambios de hombres y algunos anuncios de medidas para retomar la iniciativa.

¿Qué precipitó los anuncios? El ministro de Economía, Carlos Fernandez, molesto por nuevas versiones de su renuncia, comunicó a sus íntimos a media tarde que renunciaría en ese mismo momento. Y se dirigió a la Casa Rosada a decírselo a Cristina Kirchner.

Esas versiones daban cuenta también de la salida de Massa. "Estoy cansado. No aguanto más que me estén lijando todos los días", le comentó luego Fernández a otro ministro al despedirse, tras visitar a la Presidenta.

Los cambios estaban casi decididos en Olivos. Pero la actitud de Carlos Fernández precipitó el anuncio general.

En los colaboradores de Massa hubo estupor cuando Alfredo Scoccimarro, subsecretario de Medios y virtual vocero presidencial, comunicó a las 19.50 los cambios de gabinete en la Sala de Periodistas de Balcarce 50. "Sabíamos que nos íbamos, pero no sabíamos que era hoy", se atajaron.

Sugestivamente, Massa se mostró de buen humor. Bromeaba y jugaba con el misterio. Tras el paso de Carlos Fernández por el despacho presidencial, ingresó Massa para hablar con la Presidenta. "Reasumiré como intendente de Tigre luego del 24, cuando termina mi licencia. Hablemos en noviembre para evaluar si asumo o no la banca de diputado, cosa que me gustaría", le dijo Massa a la Presidenta.

También en el Gobierno había cierto estupor por la designación de Aníbal Fernández, hasta ayer ministro de Justicia, como jefe del Gabinete. Se trata de un político duro, tradicional, considerado un perro de presa de Kirchner para defender todas sus causas. "Nos pareció increíble", dijo un funcionario de primer nivel.

En Balcarce 50, muchos aseguraban que Amado Boudou será el ministro de Economía por su subordinación total a Kirchner, que seguirá con el manejo a control remoto de esa cartera. Boudou fue el único que aceptó la cartera sin pedir la renuncia de Guillermo Moreno. (LA NACION.COM)