El INDEC cambia la medición de la pobreza
En el INDEC planean modificar la metodología para evaluar el índice de pobreza por primera vez desde que comenzó la intervención, hace dos años y medio. El director técnico del ente oficial, Norberto Itzcovich, aseguró que la actual medición “no nos deja conformes” y anticipó que ya están trabajando “muy fuerte en tratar de modificarla”. El incondicional de Moreno fue el encargado de aseverar la semana pasada que él ponía “las manos en el fuego” por las cifras que los técnicos disidentes denuncian como amañadas.
Las declaraciones de Itzcovich se produjeron al día siguiente de que el INDEC difundiera el primer Índice de Precios al Consumidor (IPC) elaborado íntegramente bajo la órbita del ministro de Economía, Amado Boudou, con las mismas sospechas de manipulación de datos. De ese informe se desprendió que una familia de dos adultos y dos menores necesita apenas $ 1.013 para no ser considerada pobre y $ 447 para no ingresar en la categoría de indigentes.
El pronunciamiento a favor de modificar la metodología se produjo luego de que el Gobierno recibiera críticas de la Iglesia por el crecimiento de la pobreza en el país.
El papa Benedicto XVI aseguró que “en la Argentina la pobreza es escandalosa” y la Iglesia aseveró que el 40% de la población se encuentra en esa condición.
Cuando comenzó la intervención en el INDEC y se empezó a dibujar la inflación, como consecuencia también se distorsionaron los datos de pobreza e indigencia que se calculan en función de la Canasta Básica. Según se desprende de la última medición oficial, correspondiente al segundo semestre de 2008, la pobreza alcanza a un 15,3% de la población, esto es, 6,1 millones de personas.
Néstor Kirchner se encargó de actualizar los datos y manifestó que ya ronda entre el 20 y el 22 por ciento. Mientras que el economista Claudio Lozano, la Coalición Cívica y consultores privados coinciden en que ronda el 30 por ciento.
Ayer, en sus declaraciones radiales, Itzcovich evitó dar precisiones sobre qué reformas planean aplicar, aunque aseguró que la medición actual “es de la década del 90 y fue impuesta por la CEPAL, a partir de medir únicamente los ingresos monetarios de las personas”.
Ante estos planteos, el investigador del Conicet y titular del CEPED, Javier Lindenboim, aseguró que “alguien que cumple el rol que está cumpliendo no puede salir a hacer una crítica con todo la mugre que han puesto sobre las estadísticas públicas”.
“El problema a resolver no es metodológico sino de manipulación de las estadísticas y de hostigamiento a los trabajadores”, manifestó Cynthia Pok, quien era la encargada de evaluar los datos de pobreza hasta antes de la intervención y manifestó que fue “conminada” a desalojar su oficina “por lo menos cinco veces”.
La difusión de una inflación que ronda la mitad que la estimada por consultores privados les quitó credibilidad a las últimas aseveraciones del ministro Boudou, que se había puesto a la cabeza de la oxigenación del organismo.
Acaso, los dichos de Itzcovich pretendan devolver parte de esa confianza a la gestión Boudou.(CRÍTICA DIGITAL)