El PBI recuperó casi todo lo perdido y en 2022 el límite lo pone el dólar
Ahora es oficial: la economía creció 10,3% durante el 2021 y batió así el récord histórico de incremento del PBI en un solo año, superando al rebote extraordinario del 2010. Por supuesto, es necesario destacar que esta nueva suba se dio inmediatamente después de la contracción de 9,9% que se registró en el 2020 de la Fase 1. La actividad continúa entonces 0,6% por debajo del 2019 prepandémico, aunque diciembre estuvo 4,9% por arriba de febrero del 2020. Con todo, se trató de una veloz recuperación que estuvo muy por encima de todos los pronósticos, tanto por parte de los analistas privados como del Gobierno, que proyectaban un crecimiento muy aletargado.
La gran duda para lo que viene ya no la plantea el nivel de contagios de Covid-19 y la posibilidad de un cierre a Fase 1, tal los miedos que marcaban al inicio del 2021 y que llegaron a hacerse realidad con la segunda ola, en abril-mayo, cuando la actividad volvió a resentirse por las medidas sanitarias. Ahora la incertidumbre es cambiaria. No se basa sólo en la posiblidad de una caída en default y devaluación en cada revisión trimestral, sino también en cuántos dólares habrá disponibles para que el sector productivo pueda importar insumos.
Para Ecolatina el año empezó bien en materia de actividad pero no hay mayor expectativa acerca de los próximos meses. Señalaron al respecto: “La mejora en la actividad económica se habría mantenido en los primeros meses del 2022. De todas maneras, visualizamos determinados riesgos entrando al segundo trimestre: una menor liquidación del agro, que podría dificultar el financiamiento de mayores importaciones; una mayor incertidumbre en función del desarrollo de las renegociaciones con el FMI; y eventuales correcciones de precios relativos, principalmente tarifas, que podrían ocasionar una merma en el consumo privado en el corto plazo”.
La expectativa generalizada es que haya un crecimiento de 3% este año. Ese número va en línea con el arrastre estadístico que dejó el 2021. Ese cálculo técnico refleja la diferencia entre el nivel de actividad con el que cerró diciembre y el que hubo en promedio durante todo el año. Como el crecimiento estuvo casi todo en la segunda mitad del 2021, esa diferencia es grande y alcanza el 3%. Es decir que, incluso si en todo el 2022 el PBI se mantiene estancado, al 0% mensual, al comparar promedios anuales igual se crecerá 3%.
Las consultoras están, entonces, apostando a que será un año de estancamiento absoluto, al comparar diciembre de 2021 contra el de 2022 (y dejando de lado la variación del promedio anual). El Gobierno se mantiene más optimista, como al principio del 2021, y proyecta un alza de entre 3,5% y 4,5%, un poco por encima del arrastre estadístico y con el consumo y la inversión como motores. Ahí una gran cuestión porque, para el consumo, todo depende del repunte del salario, donde la dinámica del dólar y la inflación serán clave. En 2021 se empezó a observar una mejora parcial por primera vez desde 2017 pero la pauta paritaria de 40%, con una inflación esperada de al menos 50%, genera preguntas.
En diciembre la economía creció 0,9% en la comparación desestacionalizada contra los niveles de noviembre. Se trató no solo de un buen ritmo para cerrar el año sino también de un buen moño para un segundo semestre que terminó con puras subas, excepto por la baja de aquel octubre con restricción importadora.
Quedan sólo tres sectores por debajo de los niveles de la prepandemia: la pesca; los hoteles y restaurantes, que recuperan a toda velocidad; el transporte y las comunicaciones, que también vienen a buen ritmo; y los servicios comunitarios, sociales y personales como los teatros, cines, gimnasios y centros culturales, entre otros, cuyo rebote también es acelerado.
Fuente: Diario BAE