El Pro y el Pj disidente solucionaron su crisis
"Tenemos una mala noticia para Néstor Kirchner: con Felipe y Mauricio hemos ratificado la decisión de continuar juntos en el frente Unión-PRO". Francisco de Narváez resumió así, en diálogo con Clarín, el espíritu de la reunión que mantuvo ayer con el ex gobernador Solá y con José Torello, dirigente del PRO y representante en ese cónclave del jefe de Gobierno porteño. La reunión fue en las oficinas que tiene De Narváez, en el barrio porteño de Las Cañitas. Duró casi cinco horas. Mauricio Macri, ocupado en presidir una junta de gabinete ampliado, siguió las conversaciones mediante partes enviados por Torello.
"Muy buena la reunión", agregó Horacio Rodríguez Larreta, jefe de gabinete de Macri, siempre en alusión a la cumbre de Las Cañitas. Jorge Macri, primo de Mauricio y referente ineludible del PRO bonaerense, se sumó al buen humor que reinó ayer. "Siempre es muy bueno que de un momento de tensión se salga de manera positiva. Hubo madurez para superar el conflicto. Había que recuperar el clima que rescate lo que nos une y no lo que nos separa".
Las discusiones internas, se dijo, continuarán y no se descartan momentos de extrema tensión. Sin más, fuentes del PRO afirmaban ayer que la candidatura de Claudia Rucci (anunciada por el PJ disidente la semana) se había caído del tercer puesto de la lista a diputados nacionales para dejarle el lugar al macrismo, mientras que sus aliados confirmaban que estará "tercera o cuarta".
El frente electoral entre el PRO y el peronismo disidente bonaerense se lanzó el 11 de febrero y desde entonces, hubo una sucesión de disgustos provocados por la desconfianza admitida entre los socios. El que pasó fue un fin de semana crítico: Felipe Solá tensó la cuerda planteando "problemas de fondo" entre los aliados. Llegó a afirmar que en la próxima reunión se definiría la continuidad del frente electoral. Voces macristas hablaron de "sorpresa e incertidumbre" por los dichos de Solá y se llegó a mencionar una palabra temida: fractura. "Así es Solá; ya pegó muchos saltos (políticos) y este puede ser uno más", dijo un macrista, especulando con la posibilidad de que Solá pegue un portazo.
"Es el estilo negociador de Felipe", justificó un diputado ligado a Solá. La misma fuente confirmó que este sector peronista apuesta a "la continuidad del acuerdo".
La versión oficial de la reunión de ayer indicó que se acordó trabajar "la inseguridad urbana y la defensa y creación de empleo" como ejes de campaña. "Fue una reunión concluyente en cuanto a la apuesta por la continuidad del frente", dijo De Narváez. El diputado nacional (y aspirante a una futura gobernación bonaerense) contó que también se acordó "un criterio" para el armado de las listas electorales: "el criterio acordado es ir con los mejores, no con lo nuevo o lo viejo".
Fuentes de los tres sectores admitieron que las tensiones continuarán hasta el 9 de mayo, día de cierre de las candidaturas.
En el PRO insisten en que ciertos candidatos peronistas son "de difícil digestión". Mencionan a Osvaldo Mércuri y Carlos Brown (duhaldistas ortodoxos), y al armado que viene realizando en la quinta sección electoral (Mar del Plata, Chascomús y Dolores, entre otras localidades) el sindicalista Gerónimo Venegas en acuerdo con gente de De Narváez (ver pág.4). "Los peronistas no terminan de entender que hay que sumar gente nueva y ese es el sello del PRO", dicen los macristas.
"En la mesa de negociación el macrismo insiste con el fantasma del duhaldismo. Pero en el fondo, lo que quieren es lograr los mejores puestos para sus hombres. Al objetar a Mércuri, lo hacen porque quieren imponer a Jorge Macri como primer candidato a diputado provincial en la tercera sección", confió un dirigente vinculado a Solá. "Con Mércuri no tengo ningún problema", replicó Jorge Macri ante la pregunta de Clarín.
El mismo dirigente de Solá, agregó: "En el peronismo bonaerense no hay un dirigente que no haya tomado contacto con Duhalde. ¿Con qué peronistas pretendía aliarse el PRO? ¿No lo sabía?". Desde el macrismo se responde con la obligación de sus socios de respetar "un tercio para cada fuerza" en la repartija de cargos.(CLARÍN)