POLÍTICA
El Senado comienza a debatir el voto a partir de los 16 años
El debate para establecer el voto optativo para los jóvenes entre los 16 y los 18 años y ampliar los derechos políticos de esa franja de la población comenzará formalmente esta semana en la Comisión de Asuntos Constitucionales del Senado. El texto, impulsado por el senador kirchnerista Aníbal Fernández junto a su par de Chaco, Elena Corregido, cuenta con el respaldo de legisladores del oficialismo, pero también de sectores de la oposición que aprueban que la discusión llegue al recinto. El proyecto podría ser tratado mañana o el miércoles, según cómo avancen las audiencias por el proyecto de reforma del Código Civil en el que también está trabajando la comisión que preside el senador Marcelo Fuentes.
"Proponemos que tal como es en la actualidad para los mayores de 70 años, el voto sea un derecho y no una obligación también para los jóvenes entre los 16 y los 18 años", enfatizó el senador Fernández tras confirmar que el proyecto comenzará a ser discutido esta semana. Según precisó, la ley propone que los jóvenes puedan ejercer en forma voluntaria sus derechos.
Como parte de los fundamentos, la iniciativa repasa la incorporación de los jóvenes a la política de los últimos años. "El aliento brindado a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner por miles de jóvenes y su genuina expresión de voluntad de sumarse a los cambios políticos, sociales y económicos que su gobierno representa, nos convencen de la necesidad de modificar la edad mínima requerida para votar”, explica la iniciativa.
Para Fernández, el proyecto “significa la profundización de un proceso de participación política, a partir de la incorporación de una franja cada vez más amplia de población” e “implica, además, el reconocimiento en esta franja etaria de capacidades y potencialidades hasta ahora invisibilizadas por una parte de la sociedad”.
También existen proyectos similares en la Cámara de Diputados por lo que se estima que el debate avanzará en las próximas semanas. Uno de ellos fue impulsado por el diputado del Frente para la Victoria Jorge Yoma, quien recordó que en 1997 presentó un proyecto en ese sentido en el Senado, luego en 2004 volvió a impulsarlo en la Cámara de Diputados y, finalmente, en marzo último reiteró su propuesta, con la firma de su par del bloque, Diana Conti, quien es titular de la Comisión de Asuntos Constitucionales de la Cámara Baja.
"Hace rato que trabajo en el tema. Es notable la diferencia entre lo que dicen los adultos y lo que quieren los chicos a los que sí les interesa participar y votar", enfatizó Yoma. Además, consideró que "los jóvenes están cada vez más capacitados para votar y preocuparse por los problemas del país".
Como sucedió con otras iniciativas del oficialismo, la oposición volvió a dividirse: algunos sectores dieron su aval, como el Frente Amplio Progresista (FAP) de Hermes Binner, otras evitaron pronunciamientos definitivos, y un tercer grupo rechazó el proyecto por considerarlo un ardid electoral del kirchnerismo para las parlamentarias del año próximo. “No creo que haya diferencia sustancial entre nuestro proyecto y el del oficialismo pero no nos preocupa la razón coyuntural que tengan”, se sinceró el diputado del FAP Claudio Lozano. Además, analizó que "los mayores de 16 años son imputables penalmente, consecuentemente lo razonable es que también puedan decidir cómo se organiza y se vive en el país".
En la Unión Cívica Radical, en cambio, no parece haber una postura unificada. El diputado Ricardo Gil Lavedra adelantó que la UCR está de acuerdo en la ampliación de derechos" pero consideró a la iniciativa como "una maniobra electoralista" y anticipó que esa fuerza realizará una reunión partidaria para definir su postura. De todos modos, Gil Lavedra insistió en considerar que el voto "debe ser obligatorio y no optativo porque así lo establece el artículo 37 de la Constitución Nacional". Sin embargo, su par del bloque de la UCR Hugo Maldonado adelantó su opinión favorable al sufragio a partir de los 16 años, aunque pidió que esa medida "forme parte de un programa integral de construcción de ciudadanía donde los deberes y responsabilidades se conjuguen con acciones concretas". El senador Ernesto Sanz reclamó priorizar la educación y advirtió que "no está en la agenda de los pibes" la intención de participar de comicios. En sintonía con los legisladores de su partido, el presidente de la Auditoría General de la Nación, Leandro Despouy, acusó ayer al gobierno de generar "zozobra" en la sociedad con la "forma" de instalar el debate sobre la posibilidad del voto adolescente a través de un proyecto que "tiene más de imposición que de consenso" y le reclamó que aliente un intercambio de posiciones adecuado.
Si bien el jefe de Gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta, se expresó a favor de la iniciativa a nivel personal, el PRO adelantó que discutirá en el transcurso de la semana qué actitud adoptará esa fuerza cuando se debata el proyecto en la Cámara de Diputados.
Número
Reforma electoral. Para aprobar el proyecto, el FPV debe reunir 37 votos positivos en el Senado y 129 en Diputados.
La iglesia, Venezuela y Cuba
La iniciativa para ampliar el derecho al voto a los jóvenes de entre 16 y 18 años generó en las últimas horas una dura reacción de representantes de la Iglesia Católica que salieron a alinearse con los sectores de la oposición que con más vehemencia cuestionaron la iniciativa del Frente para la Victoria (FPV).
El presidente de la Comisión Episcopal de Educación, Héctor Aguer, no dudó en vincularla con la denuncia de "intromisión" en las escuelas que el macrismo imputó a la agrupación juvenil La Cámpora.
Aguer acusó a ese sector por "infiltrarse en las escuelas católicas" y alertó que ese trabajo militante asociado a la iniciativa de votar a los 16 años, en forma optativa, tiene como objetivo "preparar electores para un determinado partido político". Por su parte, el arzobispo de San Juan, Alfonso Delgado, fue más allá y sorprendió con el razonamiento para sostener su rechazo.
El religioso vinculó la iniciativa con las lógicas político-electorales de gobiernos como los de Venezuela y Cuba, sobre cuyos sistemas, dijo, "no se puede decir que sean democracias".
Fuente: Tiempo Argentino