El campo volvió al paro y no se venderán granos ni hacienda
El campo anunció ayer su tercer paro en menos de tres meses. Será de seis días: comenzó anoche y durará hasta el lunes; los productores no venderán ni granos ni carne. Según los dirigentes del sector, esta protesta fue empujada por las circunstancias. Un rato antes del anuncio, un duro documento del PJ los había tildado de "antidemocráticos" y "golpistas". El Gobierno, mientras tanto, desoyó ayer también los pedidos rurales para retomar el diálogo.
La Comisión de Enlace integrada por Federación Agraria, CRA, Coninagro y la Sociedad Rural se reunieron desde el mediodía, pero hicieron pública su decisión pasadas las 20, luego de ver por televisión la andanada de críticas que les llovían desde la sede del Justicialismo. En medio, esperaron para ver si concretaba un rumor insistente, que el Gobierno pondría un techo a las retenciones y habría más reintegros a pequeños productores.
Tras una reunión convocada por el ex presidente Néstor Kirchner, el PJ hizo público un escrito en el que acumula severas acusaciones contra las entidades (ver pág. 6). El partido oficialista se alineó así con el Ejecutivo, que el lunes suspendió una reunión pactada con el campo debido al tono crítico de los discursos que los ruralistas pronunciaron un día antes en Rosario, ante 200.000 personas.
En conferencia de prensa, los ruralistas evitaron entrar en polémicas. "Nosotros no opinamos sobre partidos políticos. Este es un problema que debe ser resuelto por el Gobierno", dijo Mario Llambías, de CRA, tras leer un documento emitido por la Comisión de Enlace. En él se acusa al Ejecutivo de "dilatar, como lo ha hecho durante todo el diferendo, las soluciones". Y se diferencian: "Desde el comienzo nos hemos cansado de repetir y demostrar nuestra vocación de diálogo".
"Se olvida el Gobierno la cantidad de verdaderas ofensas que profirió a todo un sector de la Argentina, al que llamó golpista, avaro, mentiroso, responsable de la inflación, desabastecedor, evasor, oligarca, incendiario, etcétera", añade, para minimizar supuestos agravios hacia el Ejecutivo.
Ayer, los agropecuarios también comenzaron a definir un nuevo estilo para su protesta, que ya lleva casi 80 días. La mayor parte de los dirigentes insinuó que, a diferencia de los dos paros anteriores, esta medida de fuerza -que durará hasta la medianoche del lunes- no sería extendida. Con esta postura buscan no provocar desabastecimiento, una clave para no enfrentarse al resto de la sociedad.
Luego del lunes, la modalidad sería diferente: se anunció la instalación de "campamentos" en localidades del interior, frente a municipios y Legislaturas. A partir del lunes 9 de junio, además, se planea una ofensiva sobre el Congreso Nacional, donde descansan incontables proyectos vinculados al agro. Las entidades, por otro lado, ya piden abiertamente el apoyo de otros actores: ayer enviaron cartas al cardenal Jorge Bergoglio; el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti; los titulares de Diputados y Senadores; Eduardo Fellner y Julio Cobos y el defensor del Pueblo Eduardo Mondino. Les piden que intervengan a favor de las negociaciones.
Pero en lo inmediato aparece el paro, que comenzó anoche con el regreso de los piquetes a muchas rutas del país. La instrucción de las entidades a los chacareros fue que no alteren el tránsito y controlen solamente el paso de camiones cargados de granos y ganado. De todos modos, los dirigentes admiten que en algunas zonas la protesta podría sentirse con mayor dureza, por la fuerte postura de los productores.
Anoche, al cierre de esta edición, en la Casa Rosada, Cristina y Néstor Kirchner, con algunos de los ministros del Gabinete analizaban cómo seguirá la puja. (CLARÍN)