RECURSOS HUMANOS
El difícil reencuentro con el mundo del trabajo tras las vacaciones
Son las 6.30 de la mañana. El sonido del despertador marca el inicio de una nueva etapa laboral; la de 2008, luego de las vacaciones. Llega la hora de cambiar la playa, las sierras o ese mate matinal en familia por el tradicional ritmo de la oficina o de la fábrica. El tránsito del descanso anual hacia la actividad cotidiana en el ámbito laboral puede plantear algunos trastornos.
Sin embargo, para arrancar el año con el pie derecho y sin grandes complicaciones, los especialistas en gestión de Recursos Humanos consideran fundamental que, al iniciar la tarea, el trabajadores se planteen nuevos desafíos, objetivos que pueden cambiar su perfil de vida laboral y hasta personal.
Según el especialista José María Blunda, si bien el puesto que ocupa significa un alto grado de responsabilidad encomendada por la empresa que lo tomó, el trabajador debe asumir esa tarea no como un deber ni como una carga, sino como una nueva oportunidad para su desarrollo laboral y personal.
“A la hora de analizar los objetivos para el nuevo ciclo, el empleado debe tomar en cuenta que tiene la posibilidad de cumplir ciertos anhelos y deseos, y así evitar la sensación de que el trabajo resulta ser una verdadera mochila pesada”, indica Blunda ante la consulta de La Gaceta.
Vinculado con el anterior punto, el experto sugiere que el trabajador debe volver a conectarse con esos postergados proyectos laborales y personales que le pueden servir como una verdadera fuente de energía y de motivación para el nuevo ciclo posvacacional. Por ejemplo, indica Blunda, esa persona puede solicitar el pase a algun área que esté más relacionada con sus competencias y estudios, de tal manera de percibir una sensación de cambio de aire laboral “hacia algo más grande”.
En otras palabras, el trabajador debe perder esos miedos a los desafíos y al cambio de actividades. “Esta situación, no obstante, implica que cada persona deberá fijarse metas sobre lo que pretende lograr en el corto plazo y proyectos a mediano y a largo plazo”, puntualiza.
El valor de la camiseta
La nueva etapa laboral que se abre tras la licencia anual también es una oportunidad para salir, en algunos casos, del modelo individualista o, en otros, de potenciar el trabajo en equipo.
Blunda, en ese sentido, manifiesta que este tiempo puede ser aprovechado “para actualizar las relaciones y los lazos laborales dentro del mercado con el fin de que el empleado que se reincorpora sienta que es respaldado por sus pares y afiance, de esa manera, el sentido de pertenencia hacia la compañía”.
“Coordinar esfuerzos durante todo el año contribuye a luchar contra aquella sensación de que se está solo frente al mundo”, señala el licenciado en gestión de Recursos Humanos. A la vez, puntualiza que el empleado se sentirá que está poniéndose una camiseta (de la empresa), la misma que pueden lucir el resto del plantel.
Más allá de estos desafíos personales, los expertos en Recursos Humanos consideran fundamental que las empresas motiven a su dotación para que esos empleados experimenten, constantemente, esa sensación de pertenencia. Esto, según los especialistas, implica que la compañía debe prestar sus oídos a las opiniones de los trabajadores y afianzar la política de premiar al desempeño de sus empleados a lo largo del año.
Claves para organizarse
Antes de arrancar de lleno con la diaria actividad laboral, los expertos en Recursos Humanos consideran necesario que los empleados realicen una suerte de autoevaluación sobre lo que aspiran a realizar durante el año.
La organización del tiempo puede constituirse en el punto de partida para programar la agenda diaria. De esta manera, se evitará la superposición de actividades, tanto laborales como personales. Un cuaderno de anotaciones puede ser útil para no olvidar ciertos compromisos.
La proactividad suele ser una buena compañera. En la mayoría de las empresas se toma en cuanta la actitud del empleado frente a las responsabilidades encomendadas y su acción -más que reacción- frente a la resolución de problemas que pueden presentársele en el desempeño del trabajo.
En cuanto a las autoevaluaciones, es conveniente que el empleado se pregunte si está haciendo lo que realmente quiere o querría hacer y si aprovecha las competencias, los conocimientos y las aptitudes logradas, en base a la experiencia, en el desarrollo de su trabajo.
Como lo advertia jose blunda, el nuevo ciclo labora constituye otra chance para mejorar las relaciones con los compañeros y con los jefes. Esto también implica aceptar las críticas porque, de algún modo, esas sugerencias permitirán al empleado potenciar sus habilidades y combatir sus debilidades laborales.
Como suele decirse, la vida es un constante aprendizaje. Desde este punto de vista, sugieren los expertos en Recursos Humanos, los trabajadores pueden adquirir nuevos conocimientos en base a planes de capacitación que pueden ser promovidos por la misma empresa para la cual trabaja. (LA GACETA)