INDEC | INFORME

El empleo independiente crece más que el asalariado

Aún con datos parciales, porque el INDEC dejó de relevar los grandes aglomerados de Gran Buenos Aires, Gran La Plata y Bahía Blanca, la información oficial correspondiente al tercer trimestre dio cuenta de una generalizada mejora del cuadro ocupacional, sea por el crecimiento de la ocupación, sea por la reducción de la brecha entre desempleados mujeres (más alta) y varones (más baja), sea por la disminución significativa de la ocupación asalariada informal.

Sin embargo, apareció una señal inquietante porque por cada nuevo empleo neto en relación de dependencia, que sumó en los últimos doce meses 116 mil trabajadores, la economía generó 348 mil en forma independiente o autónoma, es decir una proporción exacta de 3 a 1, la cual el INDEC la categoriza como "no sujeta a descuento jubilatorio".

El fenómeno puede atribuirse a diversos factores, los cuales no son excluyentes entre sí.

En primer lugar, la carrera acelerada de recuperación de las remuneraciones que han logrado los sindicatos en las discusiones paritarias en general, por sobre la capacidad de pago de muchas empresas y más aún de la mejora de la productividad de los empleados, llevó a las compañías a moderar la incorporación de personal.

Ese factor estuvo disimulado con el creciente blanqueo de trabajadores, el cual no sólo se manifestó en la reducción en 2,2 puntos porcentuales, de 43,1% a 40,9% de la masa de asalariados en el orden nacional, según detectó el INDEC, sino más aún en la caída de los puestos en esa condición de 4,73 millones de personas a 4,53 millones.

En segundo lugar surge el agotamiento de la oferta de trabajadores que reúnen las condiciones de calificación ocupacional que exigen la mayoría de las búsquedas por parte de las empresas, lo que llevó a la multiplicación de la oferta de actividades independientes e individuales, muchas de ellas con limitadas proyecciones de progreso.

En tercer término aparece la desaceleración del ritmo de crecimiento de la actividad, en particular en sectores intensivos en mano de obra, como es el caso de la construcción.

Balance positivo

De todas formas, en comparación con el tercer trimestre de 2006 el resultado ha sido claramente auspicioso, porque en términos globales se verificó, según los datos de la Encuesta Permanente de Hogares, un aumento del empleo neto de 464 mil personas, la cual se repartió en 348 mil no asalariados y 116 mil remunerados.

Dentro de estos últimos, a su vez, se cuentan la disminución de 194 ocupados en negro y la incorporación a la nómina en blanco de 310 trabajadores.

También resultó auspicioso que la reducción de la tasa de desempleo entre las mujeres de 12,3% a 8,9% de la PEA de esa franja, fuera más acelerada que en el caso de los varones que descendió de 8,7% a 6,3%, porque determinó el cierre de la brecha entre esos segmentos de 3,6 a 2,6 puntos porcentuales.

Asimismo, fue marcada la baja de la desocupación en el segmento de hasta 29 años, de 4 puntos porcentuales entre las mujeres y los varones, lo cual constituye una buena señal para los jóvenes, por cuanto advierten un mercado de trabajo más receptivo que posibilitó, según las estadísticas oficiales llevar la tasa global de desempleo a 7,1% de la PEA, de acuerdo con lo anticipado por la presidenta Cristina Kirchner. (INFOBAE)