El gobierno busca llegar a un consenso con Aerolíneas Argentinas

El secretario de transporte, Ricardo Jaime, a pocas horas de defender en el Congreso el proyecto de ley para reestatizar Aerolíneas Argentinas y Austral, manifestó que la iniciativa será aprobada en el Parlamento porque "la mayoría" de los legisladores respaldan la iniciativa.

Además insistió con que para la transferencia de las líneas aéreas que controlaba la española Marsans "no tendría que salir un peso del Estado". Este es, justamente, uno de los puntos que más sospechas genera en las filas de la oposición.

Sostuvo que "Prácticamente es mayoritaria la participación de todos los legisladores expresándose por la reestatización de Aerolíneas", aseguró el cuestionado funcionario que Cristina Kirchner heredó del gobierno de su esposo.

"Hay una decisión de recuperar Aerolíneas Argentinas y Austral", insistió en declaraciones a radio América.

Por otra parte, replicó a las duras críticas que ayer recibió de la oposición, que, entre otras cosas, se quejó por la falta de información precisa sobre el valor de las empresas, la deuda acumulada y, sobre todo, por quién se hará cargo del pasivo, inicialmente calculado en 900 millones de dólares.

"Quizás por desconocimiento, algunos legisladores plantean diferencias con el proyecto generado por el Gobierno", deslizó Jaime, que volvió a negar que en los planes de la Casa Rosada esté "la expropiación o la quiebra" de las compañías. "Esas posibilidades sólo traen aparejadas graves inconvenientes al funcionamiento de la aerolínea".

Imprecisión y críticas .Ayer, durante su exposición ante las comisiones de Presupuesto y Transporte, Jaime no dejó en claro si el Gobierno volverá a privatizar Aerolíneas y Austral o qué porcentaje de sus acciones estudiaría ceder al capital privado. El proyecto de ley es difuso al respecto, y esto es lo que generó cuestionamientos, tanto de la oposición como del oficialismo.

En el bloque kirchnerista, incluso, ya hay legisladores que hicieron saber que piensan introducir cambios al proyecto que remitió el Poder Ejecutivo y que no piensan votarlo "a libro cerrado", la fórmula a la que apeló el Gobierno para el fallido debate de las retenciones móviles en el Senado.

Sobre los pasos a seguir respecto de la deuda, Jaime puntualizó: "Al haber llegado a un acuerdo con el grupo Marsans, la mejor herramienta es, de común acuerdo, determinar el valor de ambas empresas y ver quién tiene que pagar a quién". (LA NACIÓN)