INTERNACIONAL
El nuevo gobierno de México tendrá un poder limitado en el Congreso
Aunque el triunfo fue más estrecho de lo vaticinado por las encuestadoras, los resultados oficiales confirmaron que el candidato del Partido Revolucionario Institucional ganó la presidencia de México en las elecciones generales celebradas el domingo.
Con el 96% de los votos escrutados, Enrique Peña Nieto del PRI se impuso con el 38%, seguido por representante del Partido Revolucionario Democrático (PRD), Andrés Manuel López Obrador con el 31,8% y la oficialista Josefina Vázquez Mota del Partido Acción Nacional (PAN) obtenía un 25,4%. Estos números, sin embargo, no le alcanzaron al tradicional partido para obtener mayoría en el Parlamento y permitirle al nuevo mandatario avanzar con libertad en su programa de gobierno.
“El PRI no va a alcanzar más del 50 % de los lugares en la cámara de Diputados”, dijo Ciro Murayama, miembro del instituto electoral. “Ese es un dato de la pluralidad política expresada en las urnas”, agregó. Según algunos resultados preliminares, la alianza triunfadora tendría en la cámara baja entre 221 y 249 asientos (el quórum propio se obtiene con 251), los partidos de izquierda entre 116 y 148 y el actual oficialismo, entre 115 y 135. En tanto en el Senado, la proporción sería de 60 asientos, 29 y 38 respectivamente.
Legitimidad cuestionada
Pero la izquierda, que obtuvo un caudal mayor de votos al esperado, promete ser un dolor de cabeza para el nuevo Gobierno.
Casi como un regreso a la elección de hace seis años atrás (donde el PRD denunció fraude e impugnó el triunfo de Calderón), Andrés Manuel López Obrador anunció ayer por la tarde que impugnará el resultado de las elecciones aunque esperará el recuento oficial de votos. Insistió que no tiene “la plena certeza de que se respetó el voto de los ciudadanos y que no se falsificó la elección” y convocó a los integrantes de la coalición que lo postuló, Morena, a presentar pruebas de las irregularidades en la elección y llamó a no bajar la guardia.
Por su parte los integrantes del movimiento “#Yo Soy 132”, se manifestaron en varias ciudades del país para protestar por el presunto fraude electoral que favoreció al candidato Enrique Peña Nieto.
Entre consignas que decían “Si hay Imposición No hay Revolución” o “Despierta México”, también se quejaron del desempeño de algunos medios de comunicación, a los que acusaron de falsear y ocultar información.
Reforma laboral
Peña Nieto asumirá el 1º de diciembre y tiene seis meses para poner a prueba sus dotes de negociador. Por lo pronto, en su primera aparición post triunfo, dijo que intentará sancionar una reforma laboral, que incluye tópicos como “productivismo”, “flexibilización” y “desregulación” antes de subir al poder.
Otras propuestas, tan complejas como ésta, incluyen una reforma fiscal para impulsar la recaudación y la apertura de la petrolera estatal Pemex al capital privado.
Otro proyecto controvertido es la propuesta de creación de un cuerpo especial de gendarmería para hacer frente a los cárteles de droga y frenar la ola de violencia desatada en su país que ya cuenta con más de 55.000 muertos.
Ante las acusaciones de corrupción de su partido, el ex gobernador del poderoso Estado de México, aseguró que el PRI se modernizó, aprendió de sus errores, y está listo para tomar al toro por los cuernos”. “Somos una nueva generación, no hay regreso al pasado. Mi gobierno tendrá puesta su visión en el futuro, en el México de grandeza y esperanza que todos queremos”, dijo ante sus seguidores.
Fuente: El Cronista