El oficialismo discutiría las retenciones al campo en el Congreso

En la antesala de una semana clave en el Congreso, el Gobierno y el oficialismo buscan mostrarse abiertos a la negociación para hacer prosperar proyectos que debatirá la Cámara de Diputados.

El jefe del bloque kirchnerista en la Cámara baja, Agustín Rossi, intentó mostrarse conciliador de cara a la discusión de dos temas sustanciales para la Casa Rosada: la delegación de facultades y, dentro de ese debate, las atribuciones para fijar el valor de las retenciones al agro.

"Los derechos de exportación agrícola merecen un tratamiento diferencial por la implicancia política que tienen y estamos dispuestos a analizarlo", dijo Rossi en declaraciones a radio La Red.

Diferenciación. Respecto de la delegación de facultades al Poder Ejecutivo, que en principio el Gobierno pretende prorrogar por un año y la oposición quiere anular del todo, el diputado santafecino planteó una posible concesión: "Podríamos avanzar en una cosa como que el Poder Ejecutivo pueda seguir manteniendo la delegación [de facultades] pero solamente en el caso de que decida bajar esos derechos de exportación y que en el caso hipotético que pudiese decidir subir esos derechos de exportación, tenga obligatoriamente que enviar una ley al Congreso".

De todas maneras, enseguida reflotó el proyecto tal como pretende aprobarlo el kirchnerismo. "Estamos dispuestos a analizar la prórroga sólo por un año y en ese tiempo crear una comisión para analizar qué facultades el Congreso sigue pensando que deben estar en manos del Ejecutivo y cuáles no".

En la misma línea, consideró una "irresponsabilidad" no prorrogar el paquete de más de 1900 leyes entre las que figura el Código Aduanero que cede la facultad de fijar retenciones al Poder Ejecutivo. "Se trata de una decisión que se tomó, una facultad que se le permitió tener a todos los anteriores presidentes", argumentó.

Aliados. Por su parte, Aníbal Fernández reconoció que el oficialismo tendrá que recurrir a legisladores de partidos afines para lograr el apoyo necesario para las iniciativas de la Casa Rosada en el Parlamento.

"Seguramente deberemos regular nuestras propias fuerzas y trabajar con circunstanciales aliados que piensen las políticas de la misma manera que nosotros", afirmó el jefe de Gabinete en declaraciones a radio 10.

Panorama complejo. La definición de Fernández llega en el comienzo de una semana clave, tanto para el oficialismo como para la oposición, en el Congreso. Con un número muy ajustado de legisladores, entre propios y aliados, el kirchnerismo procurará resistir la embestida de los bloques duros de la oposición-, UCR, Coalición Cívica, Pro y el PJ disidente-, que impulsarán no sólo una rebaja en las retenciones al agro, sino que, además, procurarán limitar al Poder Ejecutivo en su facultad para fijar a futuro los derechos de exportación.

Los números oficialistas están muy justos: tras la partida de cuatro diputados (tres por el PJ de la provincia de Entre Ríos y otro por Córdoba), el bloque que conduce Agustín Rossi (Santa Fe) quedó reducido a 110 diputados propios, es decir que necesita 19 legisladores más para alcanzar el quórum. El jefe del bloque kirchnerista cree que, con el apoyo de sus aliados tradicionales, arañará las 129 voluntades, pero buscará pisar sobre seguro con aquellos bloques de la oposición que muestran equidistancia de la Comisión de Enlace.

"Próximos tiempos". Tras el reconocimiento, Fernández intentó minimizar eventuales dificultades. "No es un tema que se vaya de madre ni que me esté preocupando", aseguró.

En el mismo sentido, cuando se le preguntó si creía que el Congreso terminaría "resolviendo" aquellos temas que no pudiese terminar de cerrar el Gobierno, deslizó: "Estaría haciendo futurología. Se lo dejaría a Horangel".

No obstante, enseguida admitió que la Casa Rosada seguirá con atención todo lo que ocurra en el Congreso. "Me gustaria más hablar de las cosas de todos los días, las que van a ir decidiendo cada uno de los bloques. Ese va a ser el análisis de los próximos tiempos", indicó.

Como para que no quedaran dudas de que el clima cambió sustancialmente, añadió: "Vamos a tener que ir testeando segundo a segundo lo que va sucediendo con cada una de las políticas que vamos llevando a la práctica". (LA NACIÓN)