El sector agropecuario debe más de $ 330 millones al Estado bonaerense

La Agencia de Recaudación de la Provincia de Buenos Aires denunció que el sector agropecuario bonaerense tiene una deuda fiscal superior a los "330 millones de pesos", y que esa cifra podría "tripicarse" si se tiene en cuenta la evasión en otros eslabones de la cadena productiva tales como las empresas de agroquímicos, los consignatarios, los acopiadores, la industria molinera y la aceitera, entre otras.

El fisco provincial comenzó a desarrollar distintas acciones con el objetivo de fiscalizar y realizar un seguimiento sobre este sector con lo que puedo determinar que:

- Un 15% se encuentra en una situación totalmente marginal con relación a Ingresos Brutos: el 9% no está inscripto y el 6% no presenta Declaraciones Juradas.

- Gran parte de las transacciones se perfeccionan a través de operaciones de trueque o canje de granos. Así se elude el pago de los anticipos sobre acreditaciones bancarias, que puede representar hasta el 49% del volumen total negociado.

- Sólo el 18% de de las hectáreas sembradas con soja en el país se realiza con el uso de semilla fiscalizada.

- Se han detectado inconsistencias en la valuación declarada para el Impuesto Inmobiliario Rural, que surgen de la comparación con las imágenes satelitales, que implican una subvaluación del orden de los 1.000 millones de pesos.

- Se han detectado 10.135 silos no declarados, con una capacidad de almacenaje estimada de cuatro millones de metros cúbicos de granos, por un valor que ronda los 500 millones de pesos.

- Sólo en 1 de cada 4 contratos de arrendamiento se encuentra pagado el Impuesto de Sellos.

- La evasión de los arrendatarios de campos llega a los casi 38 millones de pesos.

- La comparación de la estimación agregada de valor de producción con las Declaraciones Juradas del Impuesto sobre los Ingresos Brutos resulta en una deuda estimada por subdeclaración de ingresos del orden de los 93 millones de pesos para el año fiscal 2007, situación que se verifica retroactivamente. Por un lado, se implementaron tecnologías que permiten estimar -con el menor grado de error posible- la producción asociada con cada parcela agrícola de la provincia de Buenos Aires. Con el uso de tecnología satelital se hace posible estimar el rendimiento de los cultivos de grano en toneladas por hectárea. Luego se los contrasta con la situación de cada contribuyente en términos de inscripción e información expuesta en sus declaraciones juradas del Impuesto sobre los Ingresos Brutos.

Fiscalización y control

Los inspectores de ARBA realizaron un análisis multitemporal sobre zonas de la provincia de Buenos Aires. Entre ellas, la zona núcleo maicera-sojera para estimar el rendimiento agrícola y la retribución económica en cada parcela. Se utilizan secuencias de imágenes satelitales que permiten estimar la biomasa vegetal, y así predecir el rendimiento de los cultivos de granos. Así se logra calcular la superficie cultivada por parcela, diferenciando entre cultivos de invierno y de verano.

A fines de 2007 pudo contarse con las primeras estimaciones confiables de valor de producción por parcela. Sin embargo, las prácticas de arrendamiento y el incumplimiento evidenciado por algunos productores rurales -respecto de su obligación de reempadronarse en el impuesto a los Ingresos Brutos- hicieron que no se pueda realizar una asignación directa de este valor a un contribuyente particular.

Por eso, ARBA implementó un Régimen de Información que fue consensuado con las entidades agropecuarias más representativas de la provincia de Buenos Aires. Este régimen permite identificar al productor y arrendatario de cada parcela rural. Son contribuyentes del Impuesto Inmobiliario Rural con inmuebles cuya superficie total -considerada de manera individual o conjunta- resulta igual o superior a las cincuenta hectáreas.

El plazo para la presentación de la información correspondiente al régimen de información venció el primero de junio pasado. Las cifras confirman que el 78 % de los titulares incumplieron con su obligación. Actualmente se encuentran en curso las acciones de fiscalización correspondientes, que respetan las distintas situaciones de cada uno de los titulares.

El programa

ARBA está llevando adelante un programa de Control Fiscal Agropecuario de la provincia de Buenos Aires.

El programa de Control Fiscal Agropecuario es un sistema de información con el que se combaten las distintas irregularidades que se detectan en la actividad agropecuaria, un sector económico de interés fiscal significativo pero que registra evasión.

Es importante destacar que este plan de fiscalización no es nuevo: se puso en marcha en 2004 e involucró tareas de capacitación de recursos humanos, la colaboración de otros organismos públicos y el desarrollo de un software especial.

El programa incluye a campos de 50 o más hectáreas. La idea que persigue es identificar a los propietarios de esos campos, determinar qué se explota, quién trabaja cada parcela y la naturaleza jurídica del contrato que los une, si existiera. Al mismo tiempo, pretende determinar el Impuesto a los Sellos que debe tributar esa relación contractual.

El sector agropecuario representa aproximadamente el 8% del Producto Bruto Geográfico (PBG) de la provincia de Buenos Aires y el 30% del Producto Bruto Interno (PBI) agropecuario de la Argentina. Más allá de su importancia en términos de actividad primaria, el agropecuario constituye un sector con innumerables encadenamientos hacia otros rubros. Como los servicios de arrendamiento de campos, venta de insumos e industrialización de productos primarios.