El sector gastronómico comienza a avizorar un panorama recesivo
La crisis internacional ya afectó a dos de los negocios más florecientes tras la recuperación económica: el turismo y la gastronomía. En los últimos días, la demanda en cada caso se derrumbó en un 30% y en un 20% promedio, respectivamente, comparada con cifras de noviembre del año pasado. En los últimos dos meses cerraron 300 de los 8.000 restaurantes y bares porteños, más allá de la rotación natural del sector, según la Asociación Argentina de Hoteles, Restaurantes, Confiterías y Cafés.
Empresarios del rubro admitieron que durante ese período perdieron un 20% de la facturación anual. La escasez de turistas en las costas marplatenses obligó a algunos concesionarios de playas céntricas a bajar un 20% los alquileres de carpas y sombrillas.
“La crisis está afectando de una manera terrible al negocio gastronómico. Hay establecimientos que cierran más temprano los días de semana porque cayó el consumo por encima de un 20%, en los 8.000 restaurantes de Capital y en los 40.000 del interior”, dijo a este diario Luis María Peña, presidente de la Asociación Argentina de Hoteles, Restaurantes, Confiterías y Cafés.
Según el empresario gastronómico, en otras grandes ciudades, cómo Córdoba, también la situación es preocupante.
“En los lugares de temporada estival las expectativas no son buenas”, agregó. En los principales centros turísticos del país “es notoria la merma de reservas, que oscilan entre un 20% y un 40%”, advirtieron operadores turísticos de Córdoba, Mar del Plata, Pinamar y Villa Gesell consultados por este diario.
La falta de turistas en las playas marplatenses de La Perla, zona sur de la ciudad, es un caso testigo de esta situación crítica que por estos días vive el turismo argentino. La baja demanda de alquileres de carpas y sombrillas para la temporada obligó a los concesionarios de balnearios a reducir un 20% los precios en los últimos días.
“Me devolvieron dinero en efectivo, alrededor de un 20% de lo que pagué hace algunos meses. Me llamaron y me dijeron que fuera a buscar la plata”, contó asombrada Esther Alonso. En esas playas los valores de las carpas oscilan entre $2.500 y $4.000 la temporada. Preocupados por esta situación, empresarios del sector y funcionarios se reunieron ayer en el Foro Multisectorial de Turismo, Hotelería y Gastronomía para crear un comité de crisis. “Es algo así como un observatorio para prevenir situaciones que afecten a la industria”, explicaron desde la Cámara Argentina de Turismo. (CRÍTICA DIGITAL)