Empresarios creen que ya se enfrió la actividad económica

El frío de la mañana rosarina se trasladó a la percepción generalizada que tienen de la economía los empresarios reunidos en el Precoloquio de IDEA: 7 de cada 10 ejecutivos creen que, una vez cerrado el conflicto entre el Gobierno y el campo, la economía no logrará retomar el ritmo que mostraba en marzo, antes de que estallara la pelea.

Justamente, la desaceleración del crecimiento, la persistencia de la inflación y la falta de resolución en el conflicto con el campo fueron los ejes del encuentro que se realizó en la Bolsa de Comercio local.

En medio de la crisis con el campo, en el precoloquio se notó la ausencia casi total de referentes de las entidades empresarias más poderosas. Tampoco participaron funcionarios del gobierno nacional.

Las deliberaciones en Rosario giraron en torno del rol de las pequeñas y medianas empresas en el actual contexto económico, de la crisis alimentaria mundial y del federalismo. Pero los temas sirvieron como disparador para debatir las principales preocupaciones de los hombres de negocios: el enfriamiento de la economía, la escasez energética y la inflación.

Miguel de Achaval, gerente general de Cactus Argentina, uno de los feed lots más grandes del país, admitió que comenzó “un proceso de recesión importante”, aunque de inmediato redefinió: “bueno, aceleración de la desaceleración”. “Todos nos hemos retraído un poco. Lo veo en mis 400 empleados que tienen menos ganas de gastar y yo mismo salgo menos a comer”, graficó.

Los signos del enfriamiento se notaron más allá de las declaraciones. En las inmediaciones de Rosario, la venta de gasoil a los camiones fueron restringidas –en los casos en que se encontró el combustible– a 200 litros por vehículo, y con precios que oscilaron entre 2,30 y 3 pesos.

Los participantes del precoloquio también se quejaron por la falta de políticas de fondo para atacar la suba de los precios. El alivio, en todo caso, lo generó el propio enfriamiento, que retrajo la demanda y –creen los empresarios– terminará por apaciguar la inflación en el segundo semestre.

Otro motivo de críticas fue el abordaje hecho por el Ejecutivo de la crisis agropecuaria. Sin consenso en cuanto a quién asiste la razón, la creencia generalizada fue que Cristina Fernández y sus funcionarios facilitaron de manera artificial la profundización de un conflicto que pudo solucionarse desde sus inicios.

Seguramente para evitar preguntas incómodas fueron notorias las ausencias de directivos de entidades como la Unión Industrial y la Asociación Empresaria Argentina (AEA). De la primera sólo se pudo constatar la presencia de Horacio Martínez, de la Federación de la Industria Naval. La falta de referentes fue inversamente proporcional a la de auspiciantes (Bunge, Camuzzi, Dell, Deutsche Bank, Dow Argentina, Ford, General Electric, General Motors, SanCor, Microsoft, entre otras), que prefirieron aportar fondos y ejecutivos de segundas líneas antes que sus cabezas visibles.

Los foros del Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina sufrieron en los últimos años un proceso de licuación al compás de los ataques de los Kirchner, por entender que se trataba de encuentros de raigambre menemista. (CRÍTICA DIGITAL)