RECURSOS HUMANOS
En busca del matrimonio perfecto
Como los ideales han muerto y lo que nos queda es la cruda realidad, lo mejor a lo que podremos aspirar es a lograr un matrimonio casi perfecto entre producto y jefe.
Para seleccionar un nuevo product manager (PM), deberá analizar tres factores: la estrategia de la compañía en ese segmento, si el producto existe o es un producto nuevo y cuán receptiva es su compañía a las nuevas ideas.
Este último punto es una de las causas más comunes de fracasos en estas posiciones. Personas con iniciativa y creatividad trabajan en empresas conservadoras, provocándoles frustración y, para seguir con la analogía del matrimonio, el divorcio. Para evitar esta consecuencia, hay que orientar la búsqueda a personas que comulguen con las tres variables mencionadas.
En segundo término, se deberá buscar personas que posean las competencias esenciales de este puesto:
Visión. Debe ver lo que está a la vuelta de la esquina antes que los demás, vislumbrar lo que va a pasar en el futuro.
Pensamiento sistémico. Debe entender y atender a todos los actores que interactúan con su producto y resolver en función de esto. Este tipo de pensamiento va a contrapelo del análisis.
Capacidad de aprender. Debe ser curioso, estar ávido de escuchar a sus clientes y entender qué hacen, cómo lo hacen y por qué lo hacen.
Coraje. No es fácil la vida de un PM. Su producto está bajo amenaza constante y debe liderar su defensa pero también estar dispuesto a reconocer y a aceptar su desaparición. (EMPLEOS.CLARÍN)