En diciembre, la emisión ya supera al endeudamiento en pesos
Mientras el ministro de Economía, Martín Guzmán, presentaba el proyecto de Presupuesto 2022, Finanzas publicó los resultados de la primera licitación de diciembre, que generó un ingreso extra de $100.000 millones de financiamiento neto para cubrir déficit primario. Ese endeudamiento ayudará a evitar una mayor emisión. La cuestión del rojo y cómo financiarlo fue una de las claves de la presentación de Guzmán, quien remarcó que se redujo la monetización del déficit y quien sostuvo que un mayor ajuste hubiese sido devastador. Para el año que viene, según señaló, apuntará a no achicar el gasto, para no debilitar los ingresos tributarios con un bajón de la actividad, y moderar la impresión de billetes.
Las cuestiones del endeudamiento que surge de las licitaciones del Tesoro, el rojo fiscal y la emisión monetaria están íntimamente ligadas entre sí y también respecto al crecimiento de la economía. Para el 2021, el Gobierno apuntaba a un rojo primario de 4,2% y terminará sobrecumpliendo, con uno de 3,5%, según el nuevo Presupuesto. El mix de financiamiento de ese déficit iba a ser 60% con emisión y un 40% de deuda en pesos, lo cual terminará quedando incumplido, a priori. Hasta noviembre había quedado en 62-38% pero diciembre apunta a complicarse.
La primera licitación del mes permitió al Tesoro capturar $129.100 millones, de los cuales $29.000 millones servirán para cubrir los vencimientos de la primera quincena. El resto, los $100.100 millones, quedarán para cubrir rojo primario o para pagar las obligaciones de la segunda quincena, que ya sobre fin de mes asciende hasta $284.220 millones.
Esos $100.100 millones que logró capturar la Secretaría de Finanzas están por debajo de los $120.000 millones que ya le envió el BCRA al Tesoro por la vía de los adelantos transitorios, durante la primera semana del mes. Y, con tantos vencimientos para la última semana, se descuenta que la emisión terminará sobrepasando al financiamiento obtenido a través del mercado, la manera considerada como más virtuosa de cubrir el déficit. Por eso, la meta del mix de financiamiento, de 60-40%, seguramente termine incumplida.
Para el año que viene, el Presupuesto presentado por Guzmán apunta a un 1,8% del PBI de emisión monetaria y a un 2% del PBI de endeudamiento, a lo que se suma un por ahora misterioso 1,1% del PBI de envíos de organismos internacionales. Eso para cubrir un déficit primario de 3,3% del PBI, que llega a 4,9% si se incluyen los pagos de intereses de la deuda.
Guzmán señaló que la intención es bajar el déficit y, por ende, su monetización, pero señaló que hacerlo tiene consecuencias graves si no ocurre a través del crecimiento económico y su consecuente mejora de la recaudación tributaria. Atacó en ese sentido al ajuste del gasto que realizó Cambiemos, ya que generó recesión complicó las cuentas hacia adelante, mediante la afectación de los ingresos del fisco.
Afirmó que mantener vivas a las empresas durante 2020 fue una clave de la veloz recuperación del 2021: “En el 2020 hubo un crecimiento muy fuerte del déficit y, consecuentemente, de la emisión. ¿Pero cuál era la alternativa? ¿Qué pasaba si no había ATP, IFE, reducción de las contribuciones patronales y asistencias en forma de bonos para jubilados y jubiladas? Cada vez que discutimos un camino versus otro, tenemos que ver las consecuencias del otro. Sin esa política hubiese habido más desesperación y más destrucción de capital. Y, si eso último ocurría, la recuperación económica actual no habría sido posible. Se hablaba de que iba a costar entre 4 y 5 años en recuperar la caída del PBI pero se hizo en uno solo. Era imposible si había destrucción de capital productivo”.
Y agregó: “En el 2021 hay un financiamiento monetario que se redujo sustancialmente respecto al 7,2% sobre el PBI del 2020. Está claro que la emisión puede poner presiones sobre algunas variables, sobre todo con una demanda de moneda nacional que no está robusta. Hay que ir por un sendero sostenible, ordenando las cuentas publicas para ir a un país con más previsibilidad, mejor crédito y moneda, con la producción como eje”.
En términos de ajuste y sus consecuencias, además, sostuvo que si a las obligaciones del 2022 se le sumaban los pagos al FMI heredados, iba a ser necesario "eliminar al 0% los subsidios a la energía y el transporte, lo que implicaría un tarifazo enorme; o eliminar al 0% el gasto de capital; o eliminar la AUH y las asignaciones familiares, el Progresar, el Potenciar Trabajo, las políticas alimentarias, los programas sociales, la compra de vacunas Covid, las transferencias a provincias y a universidades”.
Acerca de la política de reducción del gasto de Cambiemos dijo: “Debo disentir completamente con la idea de que dejaron un colchón externo, es un colchón en el que uno no quisiera acostarse. Desde lo fiscal hubo una reducción del deficit pero desde una base de contracción de la política del gasto que profundizó la recesión. Eso no fue un proceso virtuoso de reducción del déficit fiscal”.
Fuente: Diario BAE