INTERNACIONAL
Francia y Alemania quieren dar ultimátum a la Argentina por su deuda con el Club de París
Los gobiernos de Alemania y Francia, el mayor acreedor estatal de la Argentina y el país sede del Club de París respectivamente, volvieron a elevar la presión diplomática para que el Ministerio de Economía retome las tratativas para cancelar la deuda impaga con esa entidad, estimada en unos u$s 8.900 millones.
Según pudo saber BAE por fuentes de dos naciones acreedoras, el Club discutió en su última reunión la posibilidad de plantear públicamente un ultimátum al Gobierno para fines de este mes, idea que finalmente desechó por la oposición de Estados Unidos, que lo consideró contraproducente. En el Ministerio de Economía mantienen congeladas las gestiones que habían acelerado el año pasado y aseguran que las ventajas de volver a pagar esas deudas serían insignificantes frente al costo de afrontarlas, en medio de la crisis que sacude a las empresas europeas.
La última reunión del Club fue el 29 de junio, pocos días después de la cumbre presidencial del G-20 en la localidad mexicana de Los Cabos. El caso argentino no estaba en agenda, pero los representantes del Tesoro francés pidieron incluirlo a raíz de una charla que habían mantenido durante esa cumbre con la delegación que encabezaba la presidenta Cristina Kirchner. Según las fuentes diplomáticas consultadas, el representante del recién asumido presidente François Hollande manifestó la "insatisfacción" que causaba a su gobierno la indiferencia argentina.
Los enviados del gobierno alemán fueron más allá y propusieron el ultimátum, pasado el cual -dijeron allí- intentarían bloquear los créditos que organismos internacionales como el Banco Mundial y el BID siguen extendiendo a la Argentina. Siempre según las fuentes, los gobiernos de España e Italia se mostraron de acuerdo. El que se opuso y abortó la propuesta fue el enviado del Tesoro estadounidense, que planteó que sin un "plan B" y sin consecuencias en caso de no responder, el Gobierno seguiría sin hacerlo.
La urgencia alemana por retomar las tratativas no es casual. El país de Angela Merkel reclama el 30% de la deuda que mantiene Argentina con el Club de París, que reúne a los estados acreedores de otros estados. El segundo acreedor en importancia es Japón, con un 25%, y le siguen Holanda e Italia. También figuran Canadá, Finlandia, Austria y Suecia.
Las más interesadas en que se resuelva el default declarado en 2001 son, en realidad, las empresas europeas, que no acceden a créditos subsidiados ni a seguros de inversión que sus gobiernos les extenderían para invertir en Argentina si estuviera pagando sus deudas. Por esa misma razón, en Economía intentaron varias veces normalizar la situación, e incluso Cristina anunció en 2008 que pagaría en efectivo, con las reservas del Banco Central.
El pago en efectivo fue desechado cuando estalló la crisis financiera internacional. Y las negociaciones terminaron de empantanarse con el ascenso del viceministro Axel Kicillof, quien sostiene que es "completamente inútil" pagarle al Club apostando a que sus empresas en crisis inviertan en el país. La presión de los acreedores igual volverá a sentirse a mediados de octubre, en la Asamblea Anual del FMI en Tokio.
Fuente: Diario BAE