Fuertes pérdidas en los balances de las empresas
Las empresas siguen en problemas. Más firmas alrededor del mundo continúan mostrando los embates de la crisis fiinanciera y anunciando las caídas de sus ganancias en los resultados de 2008.
El banco alemán Commerzbank aceleró su caída en números rojos en el último trimestre de 2008, con pérdidas de 809 millones de euros. El año anterior la entidad había tenido ganancias por 201 millones de euros, informó hoy en Fráncfort la entidad hace poco estatalizada parcialmente.
"El cuarto trimestre fue uno de los peores del Commerzbank", dijo el portavoz de la comisión directiva, Martin Blessing. Las pérdidas operativas fueron de 822 millones de euros, frente a 169 millones de euros en ganancias en el mismo periodo un año antes.
Los negocios inmobiliarios y la banca de inversiones fueron los sectores que más lastraron al banco, pues cerraron el último trimestre, así como todo el año, con pérdidas.
El grupo bancario y de seguros ING anunció hoy una pérdida neta de 729 millones de euros durante el ejercicio 2008, mientras que durante el año anterior consiguió un beneficio neto de 9241 millones de euros.
Los resultados definitivos de ING no sorprenden en el mundo financiero porque la entidad ya avanzó el pasado mes de enero y basándose en cifras sin auditar que cerraría el ejercicio con pérdidas millonarias.
La entidad resaltó que el último trimestre de 2008, con una pérdida neta de 3101 millones de euros, fue "el peor de los últimos cincuenta años", según un comunicado.
El tercer mayor fabricante de artículos deportivos del mundo, el alemán Puma, comunicó hoy en su sede de Herzogenaurach que en 2008 su beneficio neto cayó un 13,5 por ciento respecto al año anterior hasta los 232,8 millones de euros.
Por el contrario, la facturación del grupo ascendió un 6,4 por ciento hasta el valor récord de 2520 millones de euros, gracias principalmente a la celebración de importantes eventos deportivos. Puma explicó que su beneficio retrocedió como consecuencia de la crisis internacional y la caída del consumo.
Fuente. La Nacion