Golpe al bolsillo: se necesitan 10 salarios más que hace un año para comprar un auto
En muchos aspectos, 2020 es un año para el olvido. Desde el punto de vista económico, la cuarentena agravó una crisis que el país arrastra desde hace décadas. Pero hay formas de medir de manera concreta el impacto de estos últimos meses. Por ejemplo, en el poder adquisitivo de los salarios. Tomando el rubro automotor, está claro que los ingresos de los argentinos sufrieron una dura derrota el año pasado.
Si se toman algunos de los modelos más accesibles del mercado y se los contrasta contra el salario mínimo vital y móvil, se llega a la conclusión de que hoy se necesitan alrededor de 10 sueldos más que en enero de 2020 para adquirir un 0 km chico. Por ejemplo, un Fiat Mobi requiere ahora 51,7 SMVyM mientras que a comienzos del año pasado demandaba sólo 42 salarios. También se podría decir que, en la actualidad, la cantidad de sueldos que se necesitan para comprar uno de estos modelos es 20% más que un año atrás. Lo mismo sucede con otros casos como el Chery QQ, el Renault Kwid, el Toyota Etios o cualquier modelo de este segmento.
Según estimaciones de la asociación que agrupa a las concesionarias de autos, los 0 km se incrementaron durante 2020 en un promedio del 44%. En tanto, el salario mínimo pasó de $16.875 en enero 20 a $20.587. Esto representa un incremento del 22%. En ese mismo período, la inflación rondó el 36%. Así queda claro que los autos le ganaron al aumento del costo de vida y al de los salarios, mientras que los ingresos perdieron contra cualquier variante.
Es cierto que algunos sectores de trabajadores bajo convenio tuvieron mejor suerte y sus acuerdos de paritarias lograron acercarse al salto inflacionario, pero no todos tuvieron la misma suerte.
Un punto que es conveniente explicar tiene que ver con lo que sucedió con la demanda de autos. En los últimos meses del año pasado se habló mucho de un crecimiento del consumo en este rubro, lo que se manifestó en un desabastecimiento de unidades. Pero eso es sólo una forma de ver el negocio. Toda la demanda estuvo centrada en los segmentos de altos de precios más altos. Esto se debió a que la brecha cambiaria sirvió como una forma de estímulo para la compra de 0 km por parte de quienes tienen ahorros en dólares. Y si bien en la Argentina el “colchón” es un refugio generalizado para esa divisa no lo es tanto como para que funcione de la misma manera en el mercado de los 0 km más baratos. Quienes tienen ahorros en dólares y están dispuestos a venderlos para consumir suelen ser sectores medios y altos que destinan una parte mínima de su stock verde para aprovechar una oportunidad cambiaria. Este público apunta a vehículos de otros precios. Para confirmar esta teoría basta con analizar el crecimiento de la participación de vehículos nacionales sobre el total de los patentamientos. En general, la Argentina produce pickups que son de un valor elevado y algunos autos que tampoco están entre los más económicos. Los “baratos” suelen ser modelos que llegan, principalmente, de Brasil.
Por Horacio Alonso
Fuente: Ámbito.com