Grave crisis de la industria automotriz en EE.UU por la suba del petróleo

Para combatir la creciente influencia de Toyota entre los norteamericanos del baby boom, Detroit volcó durante casi veinte años lo mejor de sus energías a producir grandes pickups y vehículos cuatro por cuatro. Y Ford fue la pionera en ese giro. Pero el jueves, la compañía, golpeada por la caída vertiginosa de las ventas de sus vehículos más rentables y por un súbito cambio de los gustos de los consumidores, anunció una pérdida de 8.700 millones de dólares en el último trimestre.

Ahora, reestructurará sus plantas de los Estados Unidos para dedicarse a los autos chicos. Ford espera convencer a sus clientes norteamericanos del encanto de lo chico, encarnado en los autos de dimensiones más modestas con los cuales le va bien en Europa y otros mercados pero que en EE.UU. son casi desconocidos (como el Fiesta, el Focus y la camioneta Transit, favorita de las pymes del viejo mundo).

En Europa, años de nafta cara han enseñado a las automotrices cómo mejorar sus márgenes en esos vehículos. Ford reorganizará tres fábricas de camionetas para que produzcan autos más chicos y dupliquen la producción de híbridos (a nafta y eléctricos). Sus directivos creen que los cambios de hábitos de los compradores estadounidenses son "de carácter permanente".

La venta de autos cayó un 10%en lo que va del año en los Estados Unidos y la de Ford, en particular, el 14%. Pero los problemas no empezaron de golpe: en los últimos tres años, entre las tres grandes de Detroit, ya se deshicieron de 100.000 empleados (Ford, de 40.000). Y Ford, para hacerse de dinero, vendió marcas de lujo que tenía en Europa como Land Rover y Jaguar.

Mientras tanto, General Motors debió renovar su propia humillación esta semana, cuando se supo que Toyota volvió a superarla en ventas mundiales, esta vez por más margen. Toyota vendió 4,82 millones de unidades, 280.000 más que GM, la mayor automotriz del mundo hasta hace muy poco tiempo.

El año pasado ese match mundial ya se había librado en detrimento de GM, pero con una desventaja mucho más pequeña para la norteamericana: apenas 4.000 vehículos menos. GM, también afectada por el galón de nafta a más de cuatro dólares en EE.UU. y el vuelco hacia los autos chicos, dijo que la suba de sus ventas en Europa, Asia y América Latina no ha podido compensar una fuerte caída en su país de origen, EE.UU., su mejor mercado, donde la ventas cayeron 15% en el primer semestre.

Entre tanto, tres grandes de Europa –Volkswagen, Peugeot Citroën y Fiat– fueron contra la corriente al informar ganancias mejores que las esperadas en el primer semestre y reiterar sus metas para el año. Las tres advirtieron que la desaceleración y la inflación todavía pueden comprimir sus ventas en Europa, pero que las reducciones de costos, el aumento de la productividad y los autos más "verdes", sumadas al aumento de la demanda en mercados emergentes, les permitirán subir sus ganancias.

En un vuelco espectacular, Fiat confirmó un 23% de aumento en su ganancia del primer trimestre. El grupo VW, la mayor automotriz de Europa, ahora firma uno de cada diez autos que se venden en el mundo. La estrategia de su CEO, Martin Winterkorn, es convertir a VW en la mayor automotriz del mundo para el 2018; el gupo anunció que invertirá mil millones de dólares en una planta en EE.UU. Winterkorn dijo que espera que el mayor crecimiento para la empresa provenga de Asia, Europa del Este y América Latina. (I ECO - CLARÍN)