INFORME PRIVADO
Hay productos básicos que ya están más caros en dólares que en los 90
Durante la Convertibilidad, un kilo de azúcar costaba 1,96 pesos. Hoy, ese producto que, según el INDEC cuesta 6,63 pesos es -desde entonces- un 7% más caro medido en dólares. Como en este caso, a medida que se ajustan los precios internos y el valor del dólar se mantiene estable, muchos productos básicos van recuperando el nivel que tenían previo a la devaluación.
Algunos alimentos, como el queso crema y otros lácteos, el limón y ciertos enlatados ya le ganaron la carrera al dólar, es decir que cotizan -en dólares- por encima de los valores del 2001 si bien la mayoría se mantiene por debajo, aún en distintos niveles.
Esto sucedió porque mientras el dólar pasó de 1 a 3,16 pesos, en esos año, los precios de algunos productos subieron todavía más. Un trabajo de IDESA, detectó que productos básicos como el arroz, la manteca y los huevos resultaron, el mes pasado, apenas un 14% menos que en el 2001, medidos en dólares. Otro tanto ocurrió con algunos cortes de carne vacuna (cuadril, paleta, carne picada y nalga) que resultaron sólo un 5% más baratos que antes de la devaluación.
El impacto de la inflación en dólares "no es un problema mientras los salarios acompañen", explica Mariano Lamothe, economista de la consultora Abeceb.
Sin embargo, el fenómeno sí impacta más entre quienes perciben salarios que no están "en blanco". Según los cálculos de IDESA sobre las estadísticas oficiales, los salarios de los trabajadores formales a fines del 2007 eran, en dólares, un 20% inferiores a los niveles del 2001. Y en lo que se refiere a los trabajadores informales, sus ingresos estaban un 34% por debajo a los de la etapa previa a la devaluación.
Este segmento es el que resulta más vulnerable a la inflación en dólares porque es el que destina una mayor porción de sus ingresos a la compra de productos básicos, los más proclives a alcanzar los niveles del 1 a 1.
Pero además del deterioro del poder adquisitivo en los consumidores cuyos salarios se alejaron de la evolución del dólar, los analistas advierten sobre otros aspectos. Jorge Colina, economista de la consultora que realizó el informe, explica que el incremento de precios en dólares, además, hace peligrar la competitividad del país porque el tipo de cambio fijo más la suba de precios hacen que la producción se encarezca.
Según el analista, "aunque los precios internos estén altos en dólares, todavía son relativamente bajos en términos de reales y euros. Esto significa que el peso sigue estando devaluado respecto de Brasil y de Europa, con quienes la Argentina mantiene el 50% de su comercio", dijo.
De acuerdo con la visión de la consultora, "es fundamental fijar reglas que hagan más productivo y eficiente el trabajo nacional porque "con mayor productividad, el aumento de salarios (como los que se están dando en este momento), no es una amenaza para la competitividad".
Durante la Convertibilidad, un kilo de azúcar costaba 1,96 pesos. Hoy, ese producto que, según el INDEC cuesta 6,63 pesos es -desde entonces- un 7% más caro medido en dólares. Como en este caso, a medida que se ajustan los precios internos y el valor del dólar se mantiene estable, muchos productos básicos van recuperando el nivel que tenían previo a la devaluación.
Algunos alimentos, como el queso crema y otros lácteos, el limón y ciertos enlatados ya le ganaron la carrera al dólar, es decir que cotizan -en dólares- por encima de los valores del 2001 si bien la mayoría se mantiene por debajo, aún en distintos niveles.
Esto sucedió porque mientras el dólar pasó de 1 a 3,16 pesos, en esos año, los precios de algunos productos subieron todavía más. Un trabajo de IDESA, detectó que productos básicos como el arroz, la manteca y los huevos resultaron, el mes pasado, apenas un 14% menos que en el 2001, medidos en dólares. Otro tanto ocurrió con algunos cortes de carne vacuna (cuadril, paleta, carne picada y nalga) que resultaron sólo un 5% más baratos que antes de la devaluación.
El impacto de la inflación en dólares "no es un problema mientras los salarios acompañen", explica Mariano Lamothe, economista de la consultora Abeceb.
Sin embargo, el fenómeno sí impacta más entre quienes perciben salarios que no están "en blanco". Según los cálculos de IDESA sobre las estadísticas oficiales, los salarios de los trabajadores formales a fines del 2007 eran, en dólares, un 20% inferiores a los niveles del 2001. Y en lo que se refiere a los trabajadores informales, sus ingresos estaban un 34% por debajo a los de la etapa previa a la devaluación.
Este segmento es el que resulta más vulnerable a la inflación en dólares porque es el que destina una mayor porción de sus ingresos a la compra de productos básicos, los más proclives a alcanzar los niveles del 1 a 1.
Pero además del deterioro del poder adquisitivo en los consumidores cuyos salarios se alejaron de la evolución del dólar, los analistas advierten sobre otros aspectos. Jorge Colina, economista de la consultora que realizó el informe, explica que el incremento de precios en dólares, además, hace peligrar la competitividad del país porque el tipo de cambio fijo más la suba de precios hacen que la producción se encarezca.
Según el analista, "aunque los precios internos estén altos en dólares, todavía son relativamente bajos en términos de reales y euros. Esto significa que el peso sigue estando devaluado respecto de Brasil y de Europa, con quienes la Argentina mantiene el 50% de su comercio", dijo.
De acuerdo con la visión de la consultora, "es fundamental fijar reglas que hagan más productivo y eficiente el trabajo nacional porque "con mayor productividad, el aumento de salarios (como los que se están dando en este momento), no es una amenaza para la competitividad". (CLARÍN)