GENERAL MOTORS, CHRYSLER Y FORD AL BORDE DE LA QUIEBRA
Hoy cerrarían el acuerdo para el salvataje a las mayores automotrices estadounidenses
Las tres mayores automotrices de Estados Unidos pendían de un hilo ayer, mientras la Casa Blanca y los legisladores demócratas negociaban un multimillonario plan de rescate que impondrá un fuerte control sobre las empresas y haría del Estado su mayor accionista.
El programa daría inicialmente préstamos de emergencia por hasta 15.000 millones de dólares a General Motors y Chrysler para evitar su colapso, que causaría un gran daño a la mayor economía del mundo. Ford, en tanto, ha pedido una línea de crédito contingente.
La vocera de la Casa Blanca, Dana Perino, dijo que se lograron avances en las discusiones, pero admitió que aún es difícil saber si se iba a llegar a un acuerdo en breve. "Se ha avanzado, estamos aún trabajando en una serie de temas, algunos de ellos pequeños y técnicos y otros un poco más importantes", dijo Perino.
Un asesor demócrata al tanto de las conversaciones afirmó que ambas partes "no están muy lejos" de cerrar un pacto. El líder de la mayoría en el Senado, el demócrata Harry Reid, estimó que lo "más probable" es que se alcance hoy un acuerdo. Condiciones
La economía de Estados Unidos perdió más de 530.000 empleos el mes pasado y los negociadores buscan evitar el despido de otros 350.000 trabajadores en el sector automotor, que da sostén indirecto a millones de familias.
Pero el gobierno argumenta que cualquier plan debe incluir los mejores esfuerzos para garantizar que se devuelva el dinero a los contribuyentes. A cambio del salvataje, los legisladores han pedido que las empresas se comprometan seriamente a reestructurar su negocio para ser viables en el largo plazo.
La propuesta también establece el 31 de marzo como la fecha límite para que las compañías presenten los planes detallados sobre cómo van a recortar costos.
El plan redactado por los congresistas demócratas prevé además la creación de un "zar" de la industria que controle las operaciones de las firmas.
La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, promovió para ese puesto al ex jefe de la Reserva Federal Paul Volcker, que ya fue designado por el presidente electo norteamericano, Barack Obama, asesor en la lucha contra la recesión que sufre el país. Garantías
El plan también prevé que el gobierno obtenga garantías por acciones de las automotrices por hasta un 20 por ciento del valor de los préstamos federales que reciban, lo que podría hacer que la participación estatal en General Motors suba hasta un 50 por ciento del capital.
Las acciones de General Motors cayeron un 4,67 por ciento y las de Ford, un 4,44 por ciento, tras haber saltado más del 20 por ciento anteayer por la esperanza de lograr un acuerdo.
Mientras las negociaciones avanzan en Washington, varios fabricantes de autos y camiones pusieron un freno a sus planes de producción en la India y América latina, en una clara señal de que las ventas en los mercados emergentes no compensarán la depresión en los países desarrollados.
Renault y Nissan recortarán la producción en la India, donde antes esperaban un fuerte crecimiento, mientras que la compañía china Chery Automobile dijo que ya no conversa con Chrysler para vender autos compactos bajo la marca estadounidense en América latina.
En tanto, Toyota, la mayor automotriz del planeta, informó ayer que espera una marcada desaceleración en la producción y las ventas de vehículos en Europa.
"Vimos un deterioro en los últimos dos o tres meses (...) en los mercados europeos", dijo Tadashi Arashima, CEO de la sección europea de Toyota.
"Vemos que se debilita el mercado de autos pequeños también", agregó. La peor recesión desde la Segunda Guerra
La recesión simultánea que atraviesan Estados Unidos, Europa y Japón amenaza con ser la peor desde la Segunda Guerra Mundial, según un nuevo informe del Banco Mundial, que prevé un crecimiento global de sólo el 0,9 por ciento para el año próximo. No obstante, el Banco Mundial consideró "muy improbable" que la recesión llegue a los países emergentes, aunque estimó que dado el rápido y acentuado deterioro económico de los países desarrollados no se descarta todavía la posibilidad de una recesión global. "No se puede descartar la posibilidad de una recesión global muy profunda", aseguró el informe.(LA NACIÓN)